Chute sabatino de Mahler, Messi y The Strokes
Ayer sábado fue de esos días que guardaré en mi memoria. Lo imprevisible unido a lo sublime dan como resultado una cabeza a rebosar de refrescante serotonina, aunque las sacudidas también tienen su riesgo. Me explico: primera sorpresa al descubrir una hora antes del concierto, tras un inexcusable olvido, que la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya, la OBC, cerraba la temporada esa tarde con la majestuosa novena de Gustav Mahler, despidiendo también a su director, Pablo González, tras un lustro al frente de la posiblemente mejor sinfónica de España. Enmendado el olvido hacía el Auditori de Barcelona me encaminé, acompañado por mi buena amiga de les terres de Ponent , encendiendo a partir de ese momento una mascletà de sorpresas. La primera fue la huelga del personal de sala del Auditori, lo que significó que aún comprando la entrada más barata en el lugar más alejado del atril, pudimos sentarnos en una de las mejores butacas de la sala Pau Casals y cuyo precio mul