La selección más tonta del mundo ya la conocemos, se llama España. Los que iban de sobraos estrella en pecho y con la prima más elevada de las 32 selecciones, se pegaron la santa hostia vísperas de la coronación de Borbón junior. El demérito es de los jugadores, atribuible sobre todo el agotamiento del panzer azulgrana tras un lustro arriba de todo, pero también al entorno. Con una de las peores planificaciones que se recuerdan, concentraciones con familiares que entran y salen, comilonas no aptas, hotel de concentración con temperaturas otoñales de rebequita para subir de golpe 15 grados en 3 horas y debutar a temperatura estival. Con un seleccionador buen tipo, al que agradecer los servicios prestados, nadie lo duda, pero que sin la mala leche de su alter ego, Fernando Hierro, se convirtió en un papi consentidor de los que permite de todo a sus malcriados vástagos. Y así le salieron: volviendo cocidos al alba, sin zapatos y sin la moto. La selección más tonta del Mundial ya sabemo