De cuando se confunde casta con cata

Viajaba esta mañana en tren y sin quererlo, ni desearlo, fui notario de una conversación entre tres pasajeros sentados al lado y enfrente de mi. Hablaban de Podemos centrando los comentarios en el termino casta, el mismo que tan popular en sentido negativo ha hecho Pablo Iglesias en sus declaraciones públicas de los últimos meses.
De entrada obviaré en este post a uno de los tres pasajeros, en concreto al que como ejemplo extrapolable de un más que probable estado de confusión vital permanente, confundía los términos casta con cata. El amor incondicional al morapio tiene estas consecuencias neuronales.

Centrémonos pues en los otros dos. Una mujer y un hombre en torno a los cuarenta. Influenciados por los medios afines al sistema repetían los mantras que algunos han publicado recientemente sobre la formación asamblearia. Que sí son unos bolivarianos untados de dinero por los boliburgueses chavistas; que si cobran de los ayatolás iraníes -momentazo en el que recordé aquella mítica canción de Siniestro Total, "Ayatollah no me toques la pirola"; que si son unos gualtraperos flauta-perro; que si tienen los mismos vicios autoritarios que los de siempre...

Los escuchaba callado, observándoles de reojo con la mirada perdida en la ventana del vagón por la que se mostraba ya el paisaje de la futura estación de La Sagrera, entrando en el túnel del Clot. Por cierto, me consta que los guiris que nos visitan por primera vez en nuestra cosmopolita y prostituida Barcelona provenientes de sus hoteles de la costa del Maresme, dan un respingo en sus plastificados asientos al ver que esa, la bella ciudad condal de las guías de luxe, asoma la patita con un paisaje horrendo de encofrados grafiteados, tierra polvorienta y descampados más propios de la saga Mad Max que de una ciudad que recibe siete millones y medio de turistas al año.

Pero volvamos a los sujetos del convoy. Me hubiera gustado interrumpir su excelsa conversación y decirles algo sobre ese termino llamado casta, del que se choteaban despreciativamente, rebatiéndoles simplemente con los titulares que la prensa publica hoy. Y soñé que les interrumpía:

"¿Sabéis chicos, que hoy sabemos que 39 eurodiputados españoles participan en una SICAV domiciliada en el paraíso fiscal de Luxemburgo, que les gestiona un fondo de pensiones? Lo hacen utilizando un subterfugio legal dentro de un país miembro de la Unión Europea, creado y tolerado por esta casta europarlamentaria al objeto de pagar menos impuestos. ¿Sabéis chicos que entre los políticos están los cabezas de lista del PP y del PSOE  en las últimas elecciones europeas e incluso nuestro flamante ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro?"

"¿Sabéis chicos que 10 mil políticos son aforados en nuestro país? El último en entrar en esta lista de privilegiados será el Rey Juan Carlos para el que el PP pierde el culo por aforar una a velocidad de la luz pues al perder el privilegio tras su abdicación, según dicen,  se le acumulan demandas de paternidad producto de sus múltiples aventuras entre sábanas ajenas a La Zarzuela."

"¿Conocéis chicos la noticia de hoy que la Guardia Civil ha detenido a 16 personas vinculadas al sindicato UGT pues robaban dinero de los fondos destinados a la formación de parados? Otro ejemplo del choriceo permanente de las castas sindicales, cúpulas que roban desde cualquier fondo que se pone a tiro a pisos de protección oficial, exculpando el pecado con manifestaciones inútiles puño cerrado y jugando a luchas de clase obrera extinguida."

"¿Y os habéis enterado chicos, que el juez Castro ha imputado hoy finalmente a la Infanta Cristina, tras 4 años de investigación, por dos delitos contra la Hacienda Pública y uno por blanqueo de capitales, que le podrían acarrear hasta 16 años de cárcel? Pero no os preocupéis, el fiscal ya prepara un escrito para recurrir esta imputación, apoyado por la Fiscalía del Estado, por los Abogados del Estado y por el Ministerio de Justicia. Y a la Infanta no le pasará nada, pues las castas no lo van a permitir"

"Vaya, no quería hacerlo, he vuelto a nombrar la palabra casta, esa que antes os causaba hilaridad. Perdonad chicos, que ya se que todo esto es un invento de ese coletas politólogo de camisa blanca remangada. Bueno, me bajo aquí, que tengáis un buen día y a seguir así con la venda en los ojos y si algún día os la quitáis, llamadme"

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