Plan de ataque contra Podemos
Tras una breve retirada al Palacio de Invierno, Pablo Iglesias volvió a pisar un plató de televisión. Retirada obligada tras los ataques furibundos de la "Brunete mediática" dirigidos a su secretario de Política, Íñigo Errejón -por un turbio trabajo para la Universidad de Málaga sin pasar por todos los requisitos exigibles, censurable de todas todas, aunque tremendamente nimio- Retirado también por los dardos envenenados dirigidos a su compañera sentimental, que para más inri ni es corrupta ni es de Podemos sino de Izquierda Unida, pero que hubieran servido para abrir flanco de ataque sobre el líder de Podemos.
Como decía, Iglesias decidió volver a los medios y lo hizo el viernes en el canal de información de Televisión Española. Le entrevistaba el director del Canal 24 horas, Sergio Martín, acompañado por algunos mercenarios del periodismo madrileño. Y al presentador gafapasta no se le ocurre otra cosa, para acabar la entrevista, que decirle a Iglesias que debía estar contento con la liberación esa semana, por la Audiencia Nacional, de presos sanguinarios de ETA como Santi Potros.
La reacción del entrevistado fue firme y valiente. No permitió que el advenedizo voz de su Amo acabase la entrevista con una sonrisa malévola de niño travieso sabedor de haber ganado puntos con el tutor. Iglesias lo puso firme y de paso consiguió un tremendo revuelo en las redes sociales. Hoy mismo el Consejo de Informativos de la propia TVE pide la destitución del periodista.
Porque por mucho que la caverna mediática tenga órdenes de bombardear sin piedad ni descanso a Podemos, hay límites que no se han de traspasar nunca y el dolor por el terrorismo es una de esas líneas rojas. Porque por mucho que el ABC y medios afines hayan intentando calentar estos días con portadas vomitivas utilizando el exabrupto el viernes del presentador gafapasta, la sociedad española indignada y desafecta reacciona cuando atisba demagogia o manipulación.
Los ataques pueriles a Pablo Iglesias están consiguiendo un efecto boomerang inesperado, un resultado inverso a los deseos de la caverna. A más hostias que le meten más intención de voto pa la saca del coletas.
Los poderes fácticos del Estado -y los medios son parte de ellos- hacen y harán todo lo posible porque el fenómeno Podemos arribe residual a las próximas elecciones generales. La diferencia estriba entre la sutilidad de algunos medios como El País, con artículo de opinión a diario contra la formación, y los navajazos de esquina de bar lumpen que practican los medios más directamente relacionados con el PP.
Como decía, Iglesias decidió volver a los medios y lo hizo el viernes en el canal de información de Televisión Española. Le entrevistaba el director del Canal 24 horas, Sergio Martín, acompañado por algunos mercenarios del periodismo madrileño. Y al presentador gafapasta no se le ocurre otra cosa, para acabar la entrevista, que decirle a Iglesias que debía estar contento con la liberación esa semana, por la Audiencia Nacional, de presos sanguinarios de ETA como Santi Potros.
La reacción del entrevistado fue firme y valiente. No permitió que el advenedizo voz de su Amo acabase la entrevista con una sonrisa malévola de niño travieso sabedor de haber ganado puntos con el tutor. Iglesias lo puso firme y de paso consiguió un tremendo revuelo en las redes sociales. Hoy mismo el Consejo de Informativos de la propia TVE pide la destitución del periodista.
Porque por mucho que la caverna mediática tenga órdenes de bombardear sin piedad ni descanso a Podemos, hay límites que no se han de traspasar nunca y el dolor por el terrorismo es una de esas líneas rojas. Porque por mucho que el ABC y medios afines hayan intentando calentar estos días con portadas vomitivas utilizando el exabrupto el viernes del presentador gafapasta, la sociedad española indignada y desafecta reacciona cuando atisba demagogia o manipulación.
Los ataques pueriles a Pablo Iglesias están consiguiendo un efecto boomerang inesperado, un resultado inverso a los deseos de la caverna. A más hostias que le meten más intención de voto pa la saca del coletas.
Los poderes fácticos del Estado -y los medios son parte de ellos- hacen y harán todo lo posible porque el fenómeno Podemos arribe residual a las próximas elecciones generales. La diferencia estriba entre la sutilidad de algunos medios como El País, con artículo de opinión a diario contra la formación, y los navajazos de esquina de bar lumpen que practican los medios más directamente relacionados con el PP.
