Ada Colau y el "criminal" de la Banca

Ada Colau es una barcelonesa con carácter e iniciativa que desde hace 4 años lucha por defender a los más desfavorecidos, aquellos a los que la crisis les ha arrebatado  lo más preciado que tenemos en esta vida material, o lo que es lo mismo, la república independiente de nuestra casa. Casi siempre esa perdida se acompaña de una deuda millonaria de por vida con el Banco.

Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca pelea por conseguir del poder legislativo cambios en la ley hipotecaria que permitan que un desahucio por impago lleve parejo la eliminación de la deuda contraída con la Entidad Financiera, cubierta con la devolución de la propiedad del inmueble -la dación en pago-  y que a los afectados se les otorguen viviendas sociales de alquiler asequibles. De momento el millón de firmas conseguidas por iniciativa popular permitirán que se debata la reforma de la Ley Hipotecaria en el Parlamento.

Cierto es que en la década de burbuja inmobiliaria muchos incautos firmaron préstamos hipotecarios millonarios o ampliaron estos con créditos al consumo. El caso de ese congoleño del municipio gerundense de Salt  al que casi sin papeles, le concedieron un crédito de 200 mil euros, me dejó estupefacto más al saber que no era ni mucho menos un casi aislado. El subsahariano, parado desde hace 2 años, espera ahora junto a su mujer y sus seis retoños la llegada del personal del juzgado para hacer efectivo el desahucio.

Pero esa imprudencia de un ciudadano, que lo es, en aras de ver un sueño cumplido, ha de pasar por una autorización de una Entidad Financiera. Si el Banco no firma ante notario no hay pasta ni llaves ni escrituras. Y es ese Banco o Caja los responsables de que en España existan cientos de miles de casos como el del  inmigrante de Salt.

¿Por qué en Francia y en otros países de U.E. no existe esta problemática? Pues porque además de no haberse inflado los precios con tasaciones ficticias, un Banco solo autoriza un préstamo hipotecario si el comprador  acredita ingresos tres veces superiores al importe de la cuota resultante a pagar, entrega una entrada mínima del 25% del valor del inmueble y presenta contratos laborales o avales muy solventes.

En España los inútiles que han gestionado la gran mayoría de Entidades Financieras, daban la orden de dar prestamos hipotecarios sin garantías a todo quisqui, a riesgo, como así ha sido, de incrementar la morosidad futura que sumada al fuerte apalancamiento de los balances conllevó la quiebra de la mayoría de Cajas.

Doy la razón a los que opinan que Papá Estado no ha de sacar siempre las castañas del fuego más a unos irresponsables que con 800 euros al mes se metieron en hipotecas de 300 mil. Vale, pero aquí nadie habla de que el Estado pague las cuotas.
¡De lo que se habla es de que si el Banco estafó (porque vender pisos en plena burbuja con tasaciones infladas por ellos mismos, es una estafa), jugando con fuego con un cliente con un altísimo riesgo de morosidad, pues ahora que el Banco se quede con su pisito y deje en paz al pobre desahuciado que bastante tiene con la que le está cayendo encima leches! Dación en pago y santas pascuas como en el resto de Europa.

Por eso entiendo, y volviendo a la estimable Ada Colau, que ayer en el Congreso llamase criminal al vicepresidente de la Asociación Española de la Banca, Javier Rodríguez, que minutos antes defendió la gestión de los Bancos en este asunto llegando a menospreciar la propuesta de dación en pago.

Comparecencia Ada Colau de PAH en la comisión Economía Congreso

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