Jordi Évole: el día que "Salvados" pasó a ser "Sálvame"

Con la emisión del documental ficticio Operación Palace ayer en La Sexta, Enlace documental Operación Palace la credibilidad del periodismo audiovisual ha bajado en picado. Jordi Évole se pasó de frenada, esta vez sus bromitas no nos hicieron ninguna gracia. En el programa nos hizo creer, con la complicidad de algunos politicos, directores de cine y periodistas, que el intento de Golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 fue una recreación irreal. Durante toda la semana las promociones en su cadena de televisión nos informaban que desvelarían algo muy importante en relación al tejerazo aprovechando el 33 aniversario. Porque aunque este país "necesite un poquito de alegría" como ha excusado uno de los cómplices, también necesita periodistas solventes que le informen en estos momentos de grandes interferencias con la peor crisis económica y de valores que hemos conocido en los últimos 40 años.

El de Cornellà consiguió, creando tensión,  pasar de los 5 millones de televidentes, con el efecto secundario de cargarse en un plumazo su credibilidad y honestidad ganada en estos últimos años con el programa Salvados. Varias temporadas en las que viajando por las españas ha puesto el dedo en la llaga sobre muchos temas que preocupan y nos duelen a la sociedad española. Pero ayer modificó tiempos tele-verbales cambiando el participio adjetivo de salvar, Salvados,  por el imperativo Sálvame.

Por ello es de una tremenda ingenuidad que el mismo equipo que nos transmitió los consejos del sabio José Luis Sampedro meses antes de morir o recuperó el vergonzoso caso del accidente mortal del metro de Valencia, sea el mismo que ayer nos entregó una patraña bien cocinada a la hora de la cena. Afirmar, como ha dicho Évole, que el objetivo del falso documental era concienciarnos de la manipulación existente en los medios, carece de toda lógica, de la misma manera que para demostrar que existen terroristas no ponemos un coche bomba en la puerta de un cuartel.

Duele ver que en España han desaparecido los programas de investigación audiovisual. Son productos caros y además hacen pensar a la gente, me dijo una vez un directivo de un canal de televisión. En la España en crisis el poder político presiona para que la familia quede anestesiada en el sofá con los chismorreos, el humor, el fútbol y los refritos de la tedeté. Que no piense, que no tenga conciencia crítica. Como mucho les metemos un reality como falso programa de investigación verbigracia ese infame programa llamado Equipo de Investigación de AtresMedia. En España tener programas como el 60 Minutes de la CBS o el Panorama de la BBC es un sueño de pobres, más con unas Públicas inanes y amarillas.

Ayer una amiga tras ver el programa en mi casa y marcada con un rictus de panoli al conocer la inocentada, exclamó un "¡Jordi Évole ha muerto, viva el Follonero rey! que no puedo menos que suscribir.

Bienvenido de nuevo, Follonero Rey.


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