Bienvenidos a nuestra enferma civilización

Era el 26 d junio a las orillas del río Envira, selva amazónica brasileña fronteriza con Perú. En mala hora esa mañana los destinos de dos tribus amazónicas se cruzaron, la de los ashaninkas y la de la tribu identificada como el pueblo del rio Xinane. Los primeros hace tiempo que abrazaron parte de nuestra preeminente civilización; los segundos unos perfectos desconocidos para el mundo entero, casi con la misma intensidad que nosotros lo eramos para ellos.

El encuentro se produjo cuando los segundos intentaban cruzar el río en el que los ashanikas tienen su poblado. Se supone que huían de la selva peruana ante las presiones ejercidas por taladores de madera clandestinos. Desnudos y armados con arcos y flechas emitían silbidos y ruidos como los animales.
Cuatro días más tarde hubo un segundo encuentro que es el que vemos en el vídeo. Un indígena ashaninka, vistiendo en shorts, les entrega un racimo de bananas. Después se pierden y dispersan por la selva.

En mala hora, decía al principio, han entrado en contacto estos indígenas con nuestra civilización y con la de otros semejantes más evolucionados, pues ya pueden poner el contador a cero en la cuenta atrás de su extinción. De momento la irrupción en su territorio de traficantes de madera les puede haber contaminado con enfermedades, para ellos mortales, como la gripe o la difteria.

Porque en nuestro y de todos, mundo civilizado globalizado, no hay medias tintas: o te integras o te extingues, y si te integras conseguirás simplemente ganar tiempo para extinguirte más tarde. Porque tarde o temprano el voraz apetito de nuestra Civilización sabemos que acabará con todos nosotros.

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