Brittany: la chica que decidió morir el 1 de noviembre
En los momentos de felicidad creemos falsamente que todo es eterno, que la fiesta nunca acabará. Pero lamentablemente siempre hay alguien llamado destino que se cuela subterfugiamente en nuestra fiesta para querer jodérnosla. Otra cosa es que lo consiga.
Brittany Maynard disfrutaba plenamente, a sus 29 años, de su fiesta de la vida, acompañada por su reciente marido, por su juventud, por su familia, con sus proyectos. De golpe la música deja de sonar, las luces se encienden bruscamente. El revientafiestas es un tumor cerebral muy agresivo. La ciencia médica tira la toalla. Porque ni una extirpación parcial de su lóbulo temporal, ni un tratamiento completo de radioterapia, consiguen detener al bicho. Le diagnostican una esperanza de vida de 6 meses en la que los médicos prevén un progresivo deterioro físico y un incremento del dolor y el sufrimiento. La única compañera de baile que le queda en la pista de baile, ya desierta, es la paliativa morfina.
Pero Brittany decide con arrojo, que ya que le han jodido la fiesta será ella quien decida cuándo y cómo se acaba. Y por ello acompañada por su familia decide trasladarse a vivir al estado de Oregon, uno de los cinco de los Estados Unidos que regulan la eutanasia. Y se convierte en una de las principales activistas por una muerte digna gracias, entre otros mensajes, al vídeo que os inserto.
En el vídeo nos dice que no es una suicida pues ella ama la vida. Nos dice también que el día que ha escogido para dar el paso será el próximo 1 de noviembre, que tomará el medicamento acostada en su cama, junto a su familia y escuchando su música preferida.
"Aprovecha el momento, haz lo que te gusta y olvida el resto" Este es su sabio consejo de despedida.
Brittany Maynard disfrutaba plenamente, a sus 29 años, de su fiesta de la vida, acompañada por su reciente marido, por su juventud, por su familia, con sus proyectos. De golpe la música deja de sonar, las luces se encienden bruscamente. El revientafiestas es un tumor cerebral muy agresivo. La ciencia médica tira la toalla. Porque ni una extirpación parcial de su lóbulo temporal, ni un tratamiento completo de radioterapia, consiguen detener al bicho. Le diagnostican una esperanza de vida de 6 meses en la que los médicos prevén un progresivo deterioro físico y un incremento del dolor y el sufrimiento. La única compañera de baile que le queda en la pista de baile, ya desierta, es la paliativa morfina.
Pero Brittany decide con arrojo, que ya que le han jodido la fiesta será ella quien decida cuándo y cómo se acaba. Y por ello acompañada por su familia decide trasladarse a vivir al estado de Oregon, uno de los cinco de los Estados Unidos que regulan la eutanasia. Y se convierte en una de las principales activistas por una muerte digna gracias, entre otros mensajes, al vídeo que os inserto.
En el vídeo nos dice que no es una suicida pues ella ama la vida. Nos dice también que el día que ha escogido para dar el paso será el próximo 1 de noviembre, que tomará el medicamento acostada en su cama, junto a su familia y escuchando su música preferida.
"Aprovecha el momento, haz lo que te gusta y olvida el resto" Este es su sabio consejo de despedida.
