El tufillo de la Ciudad Financiera del Santander

Tras la situación de podredumbre moral y económica a la que nuestro país ha llegado, siempre hay personas responsables con nombres y apellidos. Personas muchas veces anónimas para el gran público pero que con su granito de arena sucia han moldeado esta gran playa de chapapote hispánico, habiendo convertido nuestro país en uno de los más corruptos de la OCDE.

Hoy quiero referirme a un caso que publica elconfidencial referido a Leopoldo Arnaiz, de profesión arquitecto-urbanista, especializado en diseñar oscuros planes de ordenación urbanística para municipios de Madrid gobernados por el PP.

Por ello fue el escogido por el consistorio de Boadilla del Monte para realizar su PGOU. Un suculento encargo pues los terrenos rústicos incluidos en aquel PGOU eran propiedad del Banco Santander que además deseaba construir en ellos su ciudad financiera. El sueño de Don Emilio, el de tener una "bancopólis" a imagen y semejanza de aquella que First Union levantó en Charlotte, Carolina del Norte, décadas atrás, tomaba forma. Pero el gozo de Don Emilio en un pozo: dichos terrenos eran rústicos y no permitían construir más que un pobre chamizo agrícola.

El único obstáculo para alcanzar el sueño del banquero sin embargo lo iba a solventar el trilero Arnáiz con apoyo de algunos políticos locales. Se trataba de pasar la "bolita" del cubilete terreno rústico al cubilete de terrenos terciarios sin que nadie se enterase, a lo sumo los "ganchos" del Consistorio y del Banco.
Para darle verosimilitud a la trama, el arquitecto creó un entramado de empresas pantalla con testaferros reconocidos. Así el Santander, a través de su filial Cezosa, vendió 3 parcelas por 3 millones de euros a empresas del arquitecto, calificadas entonces como suelo rústico y que fueron compradas por cuatro duros a vecinos de Boadilla.

Como experto trilero ya fogueado en la trama Gürtel, el arquitecto pasó sin problemas la "bolita" entre diferentes empresas pantalla de su propiedad. La lavadora corrupta en posición centrifugado devolverá al Santander las 230 hectáreas debidamente recalificadas por un monto total de 96 millones, concretadas en 2 parcelas listas para el hormigón más un edificio de oficinas ya construido en la tercera parcela.

Una minucia para Botin -pues colocó después la ciudad financiera al consorcio internacional Pro-invest por 2 mil millones de euros, quedándose como inquilino- pero un tesoro  para Arnáiz&friends convertidos en multimillonarios por obra y gracia de sus escuadras y cartabones recalificadores.

Ahora un apoderado de una de las empresas pantalla, para más señas abogado de la Empresa Municipal de Vivienda en sus horas libres,  acojonado por una imputación por delito de fraude fiscal, ha decidido tirar de la lengua y cantar en el juzgado de instrucción 35 de Madrid contra el arquitecto, desvelando toda la trama, motivo por el cual Arnáiz ha sido imputado.

Sorprende que los grandes medios hayan enmudecido hoy ante este giro judicial de una causa cerrada en falso hace 4 años.  Solo El confidencial como decía antes lo ha publicado en portada Enlace noticia
Y es que las palabras Santander y Botin tienen mucho, muchísimo peso entre los medios. Algunos tiemblan al sentirlas en grado 12,0 de Richter, que es la magnitud estimada en el caso de una fractura de la Tierra por su centro.

Leopoldo Arnaiz, este te recalifica hasta Doñana si se pone

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