Se equivoca Pedro Sánchez metiéndole caña a Podemos

Interesante ver a las formaciones de izquierda calentar los motores en el fajado pit lane electoral que se avecina cara al próximo año y medio. Hoy mismo una encuesta de La Sexta otorga al PP la victoria en unas hipotéticas generales -aunque Rajoy sería ampliamente superado con la suma de las 3 formaciones de izquierda- Y en esta particular pugna sitúa el sondeo a Podemos como tercera fuerza política a solo 3 puntos ya del PSOE.

La formación que lidera Pablo Iglesias se comió a Izquierda Unida en el primer round, lo que ha motivado los deseos de boda en IU postulando a la novia Alberto Garzón como puente. Pero es que además Iglesias y sus muchachos ya soplan en el cogote de los socialistas. Avance imparable que ha ilusionado a los votantes de izquierdas y por ende también a todos los ciudadanos que sin ser específicamente de izquierdas, desean por encima de todo una regeneración de la política con gente honesta al frente de lo Público.

Unos momentos en los que Podemos prepara  su asamblea de otoño en la que aprobará mecanismos para dotar de eficacia a la formación la cual, sin transformarse estrictamente en un partido político tradicional, sí que dispondrá de un secretario general como cabeza visible y un Consejo Ciudadano formado por 80 personas con atribuciones ejecutivas que serán elegidos de la Asamblea Ciudadana, el máximo órgano formado por todos los miembros de los círculos territoriales de Podemos y que deberá reunirse al menos una vez cada 3 años. Enlace borrador principios organizativos Podemos

El reto son las generales. Previamente tendremos elecciones autonómicas, a las que Podemos no descarta presentarse, y elecciones locales en las que, al margen de apoyar a formaciones como Ganemos o Guanyem, no contemplan presentarse con sus siglas evitando así un desgaste electoral al no tener aún los muchos proyectos locales una suficiente solidez.

Tarea difícil la que recae en Pedro Sánchez que no es otra que evitar sentir el aliento de Podemos en su nuca, o peor, verlos adelantar a toda hostia. Por ello el líder del PSOE se ha convertido en el hombre ubicuo que lo mismo te interviene en la telebasura de Sálvame que visita a las hormigas de El Hormiguero, publica un profundo artículo de opinión sobre Catalunya en El País o te aparece junto a Mejide en un programa de prime time. Todo por la audiencia, todo por el voto, viva el marketing político.
Peligrosa apuesta que le puede salir mal si se pasa de revoluciones aunque en mi opinión es una buena opción para darse a conocer y punto. Otra cosa es que en esas intervenciones acentúe sus críticas contra Pablo Iglesias y Podemos, más si de su entente dependa dentro de año y medio que el peor Presidente de la democracia no vuelva a pisar los jardines de la Moncloa. No debe olvidar que el rival a batir, al que ha de controlar con la mirilla del subfusil  de la argumentación política, tiene barba canosa y no lleva coleta.

Por eso creo que Sánchez debería moderar sus críticas feroces contra Podemos. Aunque tenga razones electorales evidentes, no es eficaz, mirando a medio plazo, que las formaciones que sumando podrán evitar el desastre de otro PP gobernándonos durante 4 años, se líen a puñetazos. Si se rompen los puentes  seremos los ciudadanos los perjudicados. 

Lo que tiene que hacer Sánchez es regenerar de una puñetera vez su partido absorbiendo e implementando en el PSOE los aires de una nueva forma de hacer política que Podemos ha planteado a nuestra indignada y desanimada sociedad.

Si es pronto para tender puentes al menos no colocar cargas explosivas señor Sánchez

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