Chipre se defiende a golpe de excavadora

Como afirma el economista José Carlos Díez en un artículo, el rescate a Chipre nos viene a demostrar que no existe vida inteligente en Europa. Tres años después del rescate a Grecia le toca ahora el turno al pequeño Estado mediterráneo,  pero con una novedad peligrosísima: el rescate de la deuda se pretende resolver en primero, afectando a los depósitos de los pequeños ahorradores cuando debería ser esta la última opción.

Excepto en la Rumanía ochentera de Ceaceuscu, no existe otro caso anterior en el que se haya hecho pagar antes a los depositantes que a los bonistas y como apostilla el economista Díez, todos conocemos el final del dictador comunista.

El rescate a Chipre, como otros rescates anteriores diseñados por nuestros queridos bienpensantes en Bruselas, se hace, permítanme la soez expresión, con el culo. Ponga unas dosis de extremo ajuste fiscal en un país en depresión con una deuda pública del 150% y el desastre está asegurado. Es de cajón. No hay presente pero es que así tampoco habrá futuro.

Cierto es que los bancos chipriotas, con la aquiescencia de un Gobierno inepto y ayudados por el dinero sucio de las mafias rusas, estiraron más el brazo que la manga. Pero hacerle pagar a los ahorradores con quitas astronómicas es hacerle pagar a los de siempre, con el riesgo añadido que el caso chipriota podría alentar, según Paul Krugman, que muchos retiren su dinero de bancos griegos e italianos por aquello de que cuando veas las barbas de tu vecino mojar pon las tuyas a remojar, ya saben, creando un temible efecto dominó por media Europa.

De todo este desaguisado quizás el que ha tenido más cabeza ha sido un señor de Kyperounta, un pueblo en el centro de Chipre, que exaltado por la quita impuesta tomó la sabia decisión de empotrar su excavadora contra la sucursal bancaria en la que tiene su dinero ahorrado. Al final se calmó estacionando la máquina delante de la oficina bancaria, quedando pues todo en un amago producto de la desesperación.

Porque si el ciudadano chipriota llega a completar sus planes de cargarse la sucursal bancaria a golpe de excavadora tendríamos una de las fotos del año informativamente hablando. Esa imagen habría dado la vuelta al mundo metamorfoseada en una sonora bofetada al trío calaveras, el formado por el Eurogrupo, el FMI y los panzers alemanes de Francfort, que se empeñan en jodernos la vida a los que menos culpa tenemos del desastre financiero y económico.

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