¡Fins els collons de ser independentista i de no ser-ho!

Hace unos minutos seguía en TV3 la tertulia de un programa llamado Divendres. En ella intervenía un veterano periodista de La Vanguardia, Màrius Carol, hombre que se ha ganado en estos años fama de equidad y pragmatismo -excepto cuando habla de su querido Barça-, no siendo sospechoso de españolista.

Carol afirmaba ser partidario de una consulta por la autodeterminación, pero a continuación se preguntaba en voz alta sobre sobre si existe una hoja de ruta en un proceso en el que por ejemplo, muchos que propugnaban una independencia de facto hace unas semanas,  ahora plantean conformarse con unas "estructuras de Estado". Señalaba también en esa tertulia, que se ha de hablar de los pros pero también de los contras en caso de una independencia, o añadía que se concreten las balanzas fiscales con el Estado, pues la única que se ha dado a conocer en democracia, en el año 2005, arrojaba un déficit con el Estado de sólo 5.000 millones de euros, cifra muy alejada de los datos  recogidos en estudios económicos presentados por fuerzas independentistas para justificar un expolio.

 Practicamente se ha tenido que justificar, en medio de otros tertulianos visceralmente a favor de un proceso de independencia de Catalunya, cuando en diversos momentos ha antepuesto  sus argumentos con  un "no quiero parecer que estoy en este lado de la trinchera" o con un "no pretendo ser un caso azul pero...".

Y ese es el gran problema que aprecio en estos momentos en Catalunya. Hoy, o estás a favor de la independencia o en contra, no hay termino medio, no vale lo de preguntarte si los datos económicos son ciertos del todo o aproximaciones vagas. No vale decir que tienes serias dudas sobre la solvencia económica en caso de una independencia, o de si  seremos unos apestados del poder financiero mundial sin capacidad de endeudarnos, o de si la Unión Europea vetaría nuestra entrada en su estructura.

Hoy, en el debate, o estás a este lado de la trinchera o al otro.




Y paralelamente, la tensión crece cuando el retraso en la transferencia del Fondo de Liquidez provoca un retraso en los pagos de la Generalitat a la Seguridad Social, que a su vez la multa con un recargo de 24 millones.
O cuando el inefable ministro de Educación, mr.Wert, afirma hoy que el interés del Gobierno de Rajoy es el de "españolizar a los alumnos catalanes",- ¡más madera!  señor ministro-, a lo que la consellera d´ Ensenyament le replica afirmando que lo que hace el ministro es "preconstitucional".
 O ver que en plena campaña en Galicia se antepone la llegada de un Ave presumiblemente infrautilizado, a una inversión ferroviaria en el Puerto de Barcelona que hasta en China reclaman con urgencia para convertir Barcelona en la entrada de mercancías del sur de Europa.

Estoy hasta los cojones señores, de ustedes y de su incompetencia. Ayer la OCDE nos dice que España será el país que menos crecerá del centenar largo que conforman su organismo. O el FMI afirma que el decrecimiento económico podría llegar en España en 2013 a un 3,2%del PIB acompañado con puntas de prima de riesgo en 750 puntos. O que Cruz Roja destina, por primera vez en su historia, la recaudación de su banderita, a combatir el hambre en España que se sigue extendiendo como una mancha de aceite.

Y mientras ustedes, panxa contentes como decimos en Catalunya, políticos y diputados a sueldo, consejeras y ministros, catedráticos tertulianos y periodistas mercenarios, millonarios con tiempo ocioso ávidos de notoriedad, mientras, ustedes juegan a vivir en su mundo de monopoly aumentando día si y día también la crispación sin centrarse en lo importante: en ayudar a erradicar el cáncer sobre el crecimiento económico, que cual metástasis capitalista financiera nos está devorando.

Entérense señores y señoras barrigas llenas, la crispación existe, sí,  pero es producto de la miseria en que han convertido este país ya sin futuro y casi sin presente. Y si siguen así pronto no habrá dinero ni para pagarles  sus maravillosos sueldos públicos,  por mucha deuda que nos compren las entidades bancarias españolas con cargo al  BCE.

¡Déjense de cuitas, de dimes y diretes y trabajen por sacarnos de esta puta crisis!


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