Aceptamos movilidad exterior como animal de compañía

La señora ministra de Trabajo tiene desde hace meses una ocupación por deseo expreso del Consejo de Ministros  que no es otra que la de vendernos la moto haciéndonos creer que la cosa no es tan tan mal.

Igual que con el anterior gobierno Zapatero era la ministra de Vivienda la encargada de mentirnos que en plena burbuja inmobiliaria los precios de la vivienda ya tocaban techo, ahora con Rajoy, es la ministra de Trabajo la encargada de ponernos las gafas con cristales de colores. Un día nos dice que ya hay brotes verdes en la economía y otro se convierte en el único ser humano en la faz de la Tierra que ve datos positivos en la evolución de las cifras de empleo en España.

La diferencia es que antes lo que se tapaba  era la ineficacia de un ministerio de la Vivienda  en un entorno económico llenito de chacales inmobiliarios empezando por la propia Administración mientras que ahora lo que se cubren son las vergüenzas de un Ministerio de Empleo que posee el triste récord de no haber reducido ni en una micra la tasa de paro en el último año y medio.

Hoy la Ministra ha dicho en el Congreso que su Ministerio trabaja para que los jóvenes que deseen buscar oportunidades fuera de España puedan hacerlo, añadiendo que a eso se le llama "movilidad exterior". Aceptamos pulpo como animal de compañía doña Fátima, pero por favor, no nos venda más milongas.

Con una tasa de paro juvenil en el escalofriante 55%, sobran las palabras. Lo demás es vendernos la moto de un fracaso. Y decirle a ese chico o a esa chica que se ven obligados a pillar el pasaporte, porque aquí la cartilla del INEM no les sirve ni para limpiarse el culo, que su egregia ministra vela por una deseada y fructífera movilidad exterior, es como decía antes, tomarlos por gilipollas.


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¡Pero qué historia me estás contando Ministra!

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