Nati Abascal o exhibición obscena del sufrimiento animal
Espanto, espanto me ha ocasionado ver la foto que inserto. La foto fue tomada ayer por la agencia EP en Madrid y en ella vemos a Nati Abascal acompañada de una amiga camino de la celebración del cumpleaños de la primera.
Que el pijerío trasnochado de las señoronas castizas de la capital continúa siendo común en ciertos barrios como el de Salamanca, no me era desconocido, pero sí que me ha sorprendido ese toque casual de unas zapatillas deportivas maridadas con el abrigo de pieles.
La hija del Marqués de Romero-Toro, ex modelo y ex mujer del Duque de Feria, celebraba su 70 cumpleaños. Prolífica en las revistas del papel couché hace años, pasó el testigo a las rubias de bote de la periferia amigas de paquirrines, belenestebanes o star-system de la telemierda tedeté.
La señora Abascal cumplia ayer siete décadas de vida. Pero si sumamos los meses de vida de todos los animalitos sacrificados en aras de crear su ropaje trasnochado, la edad de doña Nati podría pasar de cien. No en vano se calcula que para hacer un abrigo como el que lucen las veteranas pudientes, se pueden llegar a necesitar las pieles de hasta 120 crías sacrificadas salvajemente.
Lo dicho, espanto y asco.
Que el pijerío trasnochado de las señoronas castizas de la capital continúa siendo común en ciertos barrios como el de Salamanca, no me era desconocido, pero sí que me ha sorprendido ese toque casual de unas zapatillas deportivas maridadas con el abrigo de pieles.
La hija del Marqués de Romero-Toro, ex modelo y ex mujer del Duque de Feria, celebraba su 70 cumpleaños. Prolífica en las revistas del papel couché hace años, pasó el testigo a las rubias de bote de la periferia amigas de paquirrines, belenestebanes o star-system de la telemierda tedeté.
La señora Abascal cumplia ayer siete décadas de vida. Pero si sumamos los meses de vida de todos los animalitos sacrificados en aras de crear su ropaje trasnochado, la edad de doña Nati podría pasar de cien. No en vano se calcula que para hacer un abrigo como el que lucen las veteranas pudientes, se pueden llegar a necesitar las pieles de hasta 120 crías sacrificadas salvajemente.
Lo dicho, espanto y asco.
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| La septuagenaria Nati y su amiga ayer en Madrid |
