Sentencia Operación Puerto: cuando el dopaje sale gratis

Vergüenza ajena, o quizás no tan ajena, siento al leer esta tarde la sentencia judicial del caso más importante de dopaje en el deporte europeo, la conocida como Operación Puerto.

La jueza Julia Patricia Santamaria más que condenar por hechos muy graves demostrados, ha preferido dar un tirón de orejas a los acusados. Que al principal acusado, el doctor Eufemiano Fuentes, se le condene a un año de prisión, cuatro de inhabilitación y a una multa de 15 eurillos diarios durante 10 meses, es del todo vergonzoso.
Ignacio Labarte, entrenador,  recibe el "coscorrón" de una condena de 4 meses y los otros 3 acusados, la hermana de Eufemiano, Yolanda Fuentes, Vicente Belda y Manolo Saiz, han sido absueltos.

La sentencia da por hecho que se cometió un delito contra la salud pública pero ninguno de los condenados entrará en la trena al ser la condena inferior a 2 años.

No voy a dudar de la profesionalidad de la jueza pues estoy seguro que si ha emitido condenas tan nimias es porque la ley y las pruebas no le han permitido ir más allá. Pero lo que no tiene justificación de ninguna de las maneras, es que su señoría se niegue a entregar ninguna de las doscientas muestras de sangre a las autoridades deportivas y antidopaje internacionales que se lo han solicitado.

España tenia una oportunidad de oro para lavar su imagen ante el planeta, seriamente tocada por los escándalos de dopaje. Al margen de los recursos que puedan fructificar a partir de ahora y que presumiblemente presentará la Agencia Estatal Antidopaje, lo cierto es que con malos ejemplos como éste seguiremos despertando la desconfianza ante el resto de países en muchas competiciones deportivas como el ciclismo.

Los acusados escuchando la sentencia-pescozón de la jueza
      

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