Torero, alégrame el día

Ha sucedido hace unos minutos: el Juli ha sufrido una cornada en la Maestranza de Sevilla con el primer toro de su lote dentro de la undécima corrida de abono de la Feria de Abril.

Hace unos días el matador (me gusta más esta denominación que la de torero pues se ajusta más a la realidad) salió a hombros por la Puerta del Príncipe de la Maestranza. Hoy por el contrario, lo han sacado en camilla por otra puerta menos glamurosa como es  la de la Enfermería, camino de la clínica Sagrado Corazón.

                 Imagen de la cornada de esta tarde

 Porque un animal torturado y presto a la ejecución se defiende porque lo lleva en sus genes. Por ello soy frío y no lamento tanto sucesos como este, si lo comparamos por ejemplo con un accidente. Un grupo de matarifes torturan a un bello toro, primero el picador rompiéndole el cuello,  desangrándole a base de pinchos la cuadrilla después, incluso afeitándole los cuernos en el corral de algunas plazas previo paso a pisar la arena. Se trata de hacer un paripé de machitos trasnochados, de tenerlo todo controlado ante el mal personificado en el pobre toro, de conseguir un riesgo cero en la faena. Pero a veces, como esta tarde, el tiro les sale por la culata.

Un ser vivo se defiende de la muerte que le quiere impartir otro ser vivo para su estricto regocijo. Te jodes Juli, efectos colaterales. Lo siento. Lamento ser así de de directo pero es lo que me sale del alma.

Estimado Juli le deseo que se recupere pues soy un buen cristiano, no lo dude,  pero al mismo tiempo deseo dedicarle esta bonita canción de Siniestro Total que lleva por título Alégrame el día torero. Las penas con ironía entran mejor.

¡Va por usted maestro!


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