Cuadro metafórico del desastre
Cojo pinceles, preparo la pintura y me dispongo a pintar el cuadro metafórico que es hoy esta entrada del blog. Será un trabajo improvisado de mi universo creativo para enarbolecer así el concepto de esta pintura de letras que no es otra que la sublime mierda que todo lo inunda cuando mezclamos en la palete buenas dosis de política con más de bancos y banqueros. En cuatro pinceladas me lo ventilo, vayamos a ello:
1ª pincelada/ El Gobierno del PP aprobó una reforma laboral que le significó una huelga general. A raíz de la reforma cualquier trabajador puede ser despedido de forma procedente con una indemnización de 20 días por año trabajado si la empresa alega causas económicas como una caída de ingresos ordinarios. ¿Todos los trabajadores? Pues no, resulta que los miles de trabajadores de las Entidades Bancarias nacionalizadas que serán despedidos en los ajustes previstos de los próximos meses, tendrán excepcionalidad a la regla y se les indemnizará por encima.
Hablamos de las antiguas Cajas de Ahorro nacionalizadas por el FROB a las que se les está inyectando miles de millones de dinero público, no hablamos, por poner un ejemplo, del equipo HRT de Fórmula 1, para los que por razones de caridad cristiana sí que lo veríamos con mejores ojos.
Pagarán los pobres empleados con su despido por una gestión nefasta, lo lamento, pero pagaremos también el resto de trabajadores que nos podamos encontrar en situación similar, en un claro trato discriminatorio de todas todas.
2ª pincelada/ Bromas aparte, cojo mi pincel y le meto otro rasgo al cuadro. En este caso un tono oscuro, como el BMW que Caja Madrid le compró a su anterior presidente, Miguel Blesa, en el año 2009, en plena crisis cuando el banco rozaba ya una tasa de morosidad del 5%. Un coche que costó 510 mil euros, sí, has leído bien, casi cien millones de las antiguas pesetas.
Caja Madrid, recuerdo a los más neonatos en la materia, es la actual Bankia, la entidad nacionalizada a la que se le está inyectando miles de millones de dinero público porque "oye chico es que no la podemos dejar caer, que es sistémica".
En este trazo aprieto bien el pincel, casi con rabia, al recordar a los chorizos gestores de entidades como Nova Caixa Galicia, Catalunya Bank, Bankia, Banco de Valencia etc, que tras arruinarlas dejando pufos multimillonarios, se otorgaron indemnizaciones, planes de pensiones o salarios de muchos ceros.
3ª pincelada/ El agujero financiero debido a la mala gestión de las extintas Cajas de Ahorros no es la única causa pero si la principal que ha lastrado la Economía, ha arruinado a media España dejando una factura de 6 millones de parados y un agujero que entre todos hemos de tapar aunque nos vaya la vida -o eso opinan desde el Gobierno-, pues ese agujero se cubre con prestamos e inyecciones de dinero público que de algún sitio han de salir.
Pues bien, las Cajas de Ahorros empezaron a cavar su tumba -y la nuestra- cuando los políticos entraron en sus Consejos de Administración. Cuando nuestra clase política, una de las menos honestas y éticas de Europa Occidental, se apoderó del todopoderoso brazo económico que significaban unas Entidades que recibían en la década del despilfarro, millones de euros a un interés casi cero del BCE y del mercado interbancario. Y a repartirlo, y pa los amigotes, pa las corruptelas, pal partido, pa los sueños imperialistas de las taifas territoriales. ¡Y a vivir que son dos días!
Y no solo se han ido de rositas, sino que algunos como el ex presidente de Caja Castilla- La Mancha, el socialista Juan Pedro Hernández Moltó, dijo ayer que la intervención de la Caja se debió a una "conspiración del Banco de España". Una Caja que ejemplarizó la mala gestión con activos de mucho riesgo, apalancamientos mortales en el ladrillo y carteras industriales ruinosas como el aeropuerto de Ciudad Real y el proyecto nunca visto de Reino de Don Quijote.
Estos gestores, políticos inútiles dotados de exquisita sinvergonzonería, chorizos que carecen de ética ante una Justicia incapaz de enchironarlos, se sienten fuertes tanto como para incluso decirnos que ellos no tuvieron la culpa, ¡venga ya!
Lo siento, me sulfuro y eso no es bueno. Me he manchado de pintura hasta las cejas, pero el cuadro ya está terminado. Quería hacer algo surrealista pero me ha salido bastante muralista.
