Me acabo de enterar en el blog de Tom C. Avendaño publicado en El País, que en Estados Unidos existe otro blog en el que hijos de millonarios cuelgan sus fotos extravagantes en Instagram, con el denominador común de estar practicando en ese momento un consumismo de muchos ceros. Un ejercicio de poderío de los hijos de papá y de mamá pertenecientes a ese 1% de la población estadounidense propietaria del 90% de su riqueza.
Buceando en el blog
Rich Kids of Instagram, http://richkidsofinstagram.tumblr.com/ me quedo perplejo al ver fotos como la de ese bebé con la mirada en su portátil mientras viaja en su jet privado, o esa nena de 19 años que publica un recibo de 107 mil euros gastados en una comida con sus
amiguitos en un restaurante de Saint Tropez. O el pijito que conduce su Ferrari, último regalo de papi.
Echad un vistazo al blog de los cojones solo para ver que gente así existe-lo sabemos desde el día que nacimos- pero que además le gusta fardar ante la cada día más empobrecida clase media norteamericana y mundial.
Y ello, como es lógico, ha generado en las redes sociales un digamos que
contra-movimiento que pone a parir a los niños y niñas de papá alimentando así un fenómeno online de indignación. No se les critica por pijos si no por fantasmones.
Os inserto algunas de las fotos insertadas en el blog de Instagram.
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Recibo de una comida con los coleguis |
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El armario de una nena pija
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Un Bentley rosa, último regalito de papi
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Se tira por el tobogán del yate familiar |