Telecinco quiere amordazar las redes sociales

Hoy se ha conocido que el juzgado de instrucción nº 14 de Madrid ha imputado al bloguero Pablo Herreros por la campaña de boicot comercial al programa La Noria de Telecinco hace un año. Se le acusa de un presunto delito de amenazas y coacciones. 

Como recordaréis, ya hablé del tema en este blog, jordi-gonzález-vuelve-desatar-la-polémica el programa que dirige Jordi González subió un peldaño en los contenidos de la llamada telebasura al emitir una entrevista con la madre del Cuco, uno de los implicados en el asesinato de Marta del Castillo. Aquella entrevista tuvo la recompensa de una importante remuneración para una mujer que defendía a un cómplice de asesinato condenado por encubridor a 3 años de internamiento.

Pablo Herreros a través de su blog inició entonces una campaña para promover el boicot a las marcas comerciales que se anunciaban en el programa de televisión. La campaña adquirió un seguimiento multitudinario en las redes y motivó que muchas marcas retirasen su patrocinio de La Noria. Mediaset, acojonada por el cariz de los acontecimientos, anunció la retirada del programa -para devolverlo a la parrilla una vez pasado el tsunami, en un nuevo ejercicio de hipocresía, maquillado como El Gran Debate-  e incluso organizó un fórum en el Palacio de Congresos de Madrid de peloteo y masaje a los anunciantes. "Sin vosotros no somos nada".

Desde aquí deseo manifestar mi absoluta solidaridad con el bloguero Pablo Herreros. Su iniciativa hubiera pasado desapercibida sino hubiera sido por el hartazgo de millones de españoles ante una cadena de televisión que se empeña en mantener la telemierda en su programación. No es culpa de Herreros, es culpa de la dirección de la Cadena el hecho de que el público reaccionase de esa manera.

Hay abierta una campaña de recogida de firmas para reclamar a las principales marcas que dejen de anunciarse en Mediaset hasta que no se retire la querella al bloguero change.org

Mediaset tiene buenas series de ficción nacional e internacional, exclusivas deportivas de primer nivel, unos informativos apañados, luego ¿por qué mantener los programas de telemierda que tanto daño hacen a la imagen de marca del grupo?. Me consta que en reuniones de alto nivel se ha discutido en diversas ocasiones  eliminar los programas que todos conocemos, programas que en definitiva no aportan el grueso de la audiencia acumulada, pero la posición de fuerza de algunos directivos italianos ha dado al traste con las iniciativas.

Creo que Mediaset se equivoca al trasladar este asunto a los tribunales, pues el boomerang puede volverse en su contra. Lo que debería hacer el grupo es escuchar a los españoles y modificar su parrilla, estoy seguro que serían igual de lideres y además con convencimiento.
Porque aquel dicho de que lo importante es que hablen de uno aunque sea mal, tiene efectos impredecibles más en un país con un  cabreo de mil pares por la crisis y los recortes.

Las cadenas de televisión operan bajo licencias administrativas. Reiteradamente incumplen los códigos de conducta en especial en contenidos en horario infantil, cortes publicitarios, tiempos por hora de emisión de patrocinios y autopromociones. Pero nunca pasa nada. Es necesario la creación de un Comité de lo Audiovisual con capacidad sancionadora. El día que a una cadena de televisión se le retire su licencia, sólo ese día comenzaran a tomarse en serio a los ciudadanos que los seguimos al otro lado de la pantalla.

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