La ratonera del Madrid-Arena

Empresarios sin escrúpulos en el mundo de la noche, existen y existirán por lo tiempos de los tiempos. Las diferentes Administraciones que han de atajar los excesos innatos de estos empresarios sin ética, se han mostrado ineficaces o lo que es peor, conniventes con los chanchulleros.

La noche de Halloween cuatro chavalas en la flor de la vida murieron asfixiadas y pisoteadas por una marabunta humana que buscaba su salvación. En un primer momento el Ayuntamiento de Madrid habló de permisos en regla, aforos controlados y medidas de seguridad correctas. Pero poco a poco vamos conociendo la mierda que se escondía bajo la alfombra.

Primero fueron los asistentes al evento que describieron un Madrid-Arena petado de gente hasta la bandera. Hoy en el programa Espejo Público de Antena 3, un miembro de la organización del evento ha dicho que se vendieron miles de entradas, muchas más de lo que permitía el aforo. A ello se suma saber que el equipo de seguridad esa  noche era mínimo, sólo cinco seguretas en el interior de un recinto con miles jóvenes, o conocer que únicamente se contrataron dos médicos y dos sanitarios.


Duele saber que se permitieron introducir bengalas, alguna incluso lanzada desde el escenario, motivo que podría haber desencadenado el pánico que inició  después una estampida humana en un callejón estrecho y mortal. O que no se registraron bolsos ni se pidieron los DNI. O que la "fiesta" siguió hasta el alba a pesar de la desgracia. O que muchas puertas estaban cerradas a cal y canto convirtiendo esos pasillos de salida en una ratonera infernal.

A esta hora de la tarde ha sido incinerada una de las cuatro chicas fallecidas al tiempo que unos y otros continúan lanzándose  la mierda de las responsabilidades en un nuevo sainete de esta España de pandereta. Una muerte que costó 25 euros, el precio de una entrada con derecho a garrafón y a jugarse la vida en ruleta rusa.

Os inserto el vídeo grabado por uno de los chicos en ese pasillo de la muerte. Duele escuchar en un momento de la grabación una voz femenina que suplica un "¡no me sueltes que me estoy muriendo!"  Y todo resultado de la miserable codicia humana y de la injustificable negligencia de un Ayuntamiento 

Ojalá nunca más se repitan escenas como las de este vídeo.

          Vídeo del colapso mortal en la fiesta de Halloween del Madrid Arena, 1-11-2012. 
                                                         

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