Inmigrante con dinero vale, el que no no vale

Hace unos años un amigo acuñó la palabra ciudad prostituta cuando se refería a mi querida Barcelona pos-olímpica, la ciudad que se hizo un lugar en el Mundo al convertirse en un parque temático urbano para turistas. La transformación tuvo un pequeño efecto colateral que no fue otro que el de condenar a sus conciudadanos a la categoría de  habitantes de segunda -excepto para abonar el religioso IBI anual-

Esta mañana ese concepto semántico ha sido ampliado. Ya no hablamos de ciudad prostituta sino de país prostituto, tras el anuncio del secretario de Estado de Comercio de que el Gobierno otorgará la residencia temporal a los inmigrantes que compren viviendas por encima de 160 mil euros. Y tiene la desvergüenza en apostillar que se creará esta modificación en la Ley de Extranjería para facilitar los asuntillos especialmente a rusos y chinos, los a priori clientes potenciales. 

Eso de pedir visado debe ser un engorro para ciudadanos con parné y es por ello que el Gobierno les echa un cable.

"¡Ciudadanos mafiosos del Mundo entero, abrir vuestras orejas! Existe un país en el sur de Europa, sí, aquél en el que la Justicia os trata con guante de seda al que ahora además podréis venir con vuestro dinero sucio,  compraros  a tocateja un adosado en la costa sin muchas preguntas, sabiendo que con las escrituras se os hará entrega del permiso de residencia, de un ejemplar del Boletín Oficial de la Provincia para vuestros futuros trapicheos, de un ejemplar del manual de buenas artes bancarias -en honor de los instigadores de la medida- y de un bonito presente de nuestra cultura 2.0 consistente en una edición de lujo numerada y limitada del programa de telebasura Sálvame con un tanga firmado por el mismísimo intelectual  de la subcultura hispana, don  J.J. Vázquez.

Inmigrantes en pateras o muertos de hambre abstenerse please."

Bromas aparte, la presión de las entidades bancarias y del flamante SAREB, el  banco malo de nueva creación, ha debido ser tremenda,  para que el Gobierno pusilánime de Rajoy  vaya a tomar una medida de este calado.

Hoy cualquier chino o ruso con dinero sucio puede pedir permiso de residencia, antesala del de nacionalidad, siempre que abone un suculento peaje. Y todo para permitir que la burbuja inmobiliaria creada por políticos, bancos y especuladores intermediarios, la misma que ha empobrecido nuestra economía y las vidas de millones de españoles, no nos manche de aún más mierda cuando estalle en el big bang final.

Ser ciudadano español desde hoy es ser ciudadano de segunda categoría, porque estalle o no el big bang del ladrillo, estamos ya de mierda hasta las cejas.

This is Spain

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