Kurt Cobain, 20 años de su muerte

Mañana se cumplen veinte años desde que Kurt Cobain dijo adiós a este mundo. Dos décadas sin "la criatura voluble y lunática" como él mismo se autodefinió en la carta que dejó tras suicidarse. Era la mañana del 8 de abril de 1994 cuando un electricista que había accedido a su casa cerca del lago Washington para instalar un sistema de seguridad, vio algo que le pareció una muñeca encima del garaje; era el cuerpo inerte del cantante junto a la nota de suicidio Enlace manuscrito y traducción
 La autopsia revelaría que Cobain se había suicidado pegándose un tiro unos días antes, el 5 de abril, cuatro días posteriores a su fuga de un centro de recuperación para toxicómanos en Los Ángeles, tras escalar un muro de 6 metros.

De vuelta a Seattle, Cobain se entretuvo en meterse de todo tras el mono de los días ingresado en el centro, dedicándose entre chute y chute a deambular por la ciudad sin que su entorno lo supiese, preparando en soledad su última gamberrada autodestructiva que lo convertiría en más mito si cabe, pero también en otro miembro del selecto obituario club de los 27, la edad maldita de los que viven al límite. En la carta que escribió antes de suicidarse Kurt sentenció con un "se me ha acabado la pasión" como razón de despedida.

Foto poco conocida de Cobain y su hija en 1992. Posiblemente uno de los escasos momentos                                       de felicidad que tuvo en su atormentada vida.

Kurt Cobain y Nirvana forman parte de la banda sonora de mi vida, por ello escribir este post sin marcar distancias se me hace difícil. Cuando amigos no familiarizados con su sonido me preguntan qué es lo que me atraía de Nirvana, siempre les digo que el puñetero Kurt conseguía exorcizar los demonios que siendo un niñato imberbe llevaba en mi interior. Su voz en escala de quejío permanente, de hombre roto por dentro, tocaba hueso. A ello ayudó sin duda su mala salud con una bronquitis crónica y con unos terribles dolores estomacales producto de una escoliosis mal curada en su infancia. Además de una depresión perenne que le condujo  al consumo habitual de caballo y que convertía ese quejío en el estandarte sonoro de la rebelión generacional.

La separación de sus padres  intensificó su rebeldía y ansiedad. La inadaptación al nuevo hogar de su madre con su padrastro incrementó sus debilidades, con episodios como aquella larga temporada en la que vivió bajo un puente de Aberdeen como si de un homeless se tratase. La ansiedad y la insatisfacción seguían moldeando a gran velocidad su carácter.

 Con un sonido algo primitivo, a veces a medio camino entre Pixies y Sonic Youth, cierto es, pero más auténtico que ningún otro, los millones de jóvenes y adolescentes de la llamada Generación X encontramos el lubricante musical con el que sacar nuestras frustraciones y nuestros miedos. Yo lo descubrí gracias a Paco Perez-Bryan y su mítico programa "De 4 a 3" los sábados y domingos por la tarde en Radio 3, escaparate didáctico para los españolitos del llamado sonido Seattle, con Pearl Jam y Soundgarden como mozos de espadas guitarreras. Por cierto el malagueño vuelve con un especial sobre Nirvana el 5 de abril, 24 horas non stop en Rock FM Directo RockFM


                                  ENLACE TODOS LOS VÍDEOS NIRVANA vevo


La inmortalidad de Nirvana reside precisamente en la vigencia de su sonido y de sus letras, más allá del mito de Cobain, pues las generaciones posteriores se han sentido y se sienten más frustradas, estafadas y desorientadas que la de los noventa.

Uno de mis primeros conciertos fue precisamente viendo a Nirvana en el Palacio de los Deportes de Barcelona. Era el 9 de febrero de 1994, tocaron junto a unos veteranos Buzzcocks, recuerdo que pagué 3000 de las antiguas pesetas por una entrada que aún conservo como oro en paño y que os muestro aquí.

 Conseguí situarme cerca del escenario, entre adolescentes grunge totalmente colocados, lo que me costó golpes y pisotones de la hostia. El trío calaveras de Cobain, Novoselic y Grohl, reforzaron aquel directo con otro guitarra, Pat Smear, e incluso con una violonchelista, hecho que algunos críticos interpretaron como el deseo del grupo en renovarse.

                             Reportaje TV3 concierto Nirvana en Barcelona 9-2-94

Recuerdo una anécdota de aquel concierto que en su momento no le dí importancia pero que sí la tuvo a posteriori. Allí, en primera fila, con una camiseta amarilla sudada de los The Clash, brincaba codo con codo junto unos tipos muy pasados que no conocía de nada. En la parte final del concierto, Nirvana versiona el "The Man Who Sold The World" de Bowie, incluido en su último trabajo Unplugged. Al acabar el tema, entre el griterío generalizado, estos chavales aclaman a Kurt blandiendo unos cigarrillos liados en papel de aluminio al tiempo que le hacen gestos de aprobación. ¡Kurt, Kurt, good! Lo recuerdo perfectamente porque tras esta exclamación, Kurt, estirándose su sudadera XXL de rayas rojas y negras, clavó una mirada azul matadora en estos jóvenes, imagen que tengo grabada en mi memoria. No era normal ver a Cobain mirar más allá de sus pensamientos, más en aquella gira tan ausente.

Años después, su mujer Courtney Love reveló en una entrevista que tras el concierto de Barcelona Kurt quedó muy tocado al verse reflejado como el ídolo de los drogadictos, comentando la anécdota de aquellos chavales que le mostraron los cigarrillos de heroína. Incluso llegó a la conclusión que este hecho pudo ser el desencadenante de la nueva recaída en su depresión crónica y que condujo a su intento de suicidio días después en Roma tras ingerir champagne y rohypnol. A partir de aquí la gira se suspendió con vuelta a casa en la costa oeste de USA, aunque desgraciadamente, ya iba predestinado al  fatal desenlace vital pues poco más de un mes de vida le quedaba. Porque un suicida convencido siempre consigue su objetivo tarde o temprano. Ese objetivo para muchos cobarde, para pocos valiente.

Tras Barcelona Nirvana actuó en Francia, Suiza, Italia, Eslovenia y en Alemania. En Munich realizaron su último concierto, el 1 de marzo de 1994. Una recaída en la bronquitis crónica de Cobain obligó a suspender el resto de la gira,  hecho que se agravó con el intento de suicidio días después en Roma del que hablaba antes.

Por ello, el documento sonoro que os inserto es de gran importancia. Es el tema con el que cerraron el concierto de Munich,  Hearth shaped box. Cuando finaliza este tema podemos decir, oficialmente, que Nirvana y Kurt Cobain echaron el telón para siempre. Aunque su legado es tan fuerte que hoy veinte años después los seguimos recordando.


Último tema en directo de Nirvana en su historia

Y quiero acabar esta entrada con una crítica de Jordi Bianciotto que me viene a la memoria, publicada en la revista Rockdelux días después del concierto de Nirvana en Barcelona en 1994. Concluía su crónica el crítico con un "Habrá que esperar a que el globo grunge se deshinche para comprobar hasta dónde llega su talento personal".
Se deshinchó el globo hace muchos años estimado Jordi, pero ahí sigue el legado como mito de la música. Nirvana ocupa un lugar destacado guste o no.

Porque desde que apareció publicado el Smells like teen spirit  supimos que habíamos perdido la ingenuidad para siempre.

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