Díaz Ferrán, el empresario ladrón que nos daba lecciones de moralidad

En este blog he citado en muchas entradas a chorizos y sinvergüenzas de todo pelaje y origen. Pero hay uno que podríamos auparlo a la tarima champagne Mumm con vítores y aplausos. Me refiero al ex-presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán.

Díaz Ferrán  era un empresario chorizo, como miles en este país, propietario entre otras sociedades, de Marsans y Air Comet. A ambas las llevó a la ruina dejando miles de parados y un pufo de acreedores, clientes sin cobrar y deudas, muchas deudas. El empresario chorizo culpó entonces a su socio, Gonzalo Pascual, de la ruinosa gestión. El problema es que socio estaba ya criando malvas. 

El siguiente paso del sujeto fue el de sacar toda la pasta posible de España para que no se la trincasen, pues el pufo en Marsans alcanzó dimensiones redbullianas,  de 400 millones de euros y de casi 17 mil acreedores. Por ello intentó evadir a Suiza casi 5 millones de euros a través de un testaferro, o intentó venderse el yate de lujo a través de un paraíso fiscal.

Por todo ello la Audiencia Nacional lo investiga desde hace meses bajo la acusación de presuntos delitos de quiebra fraudulenta y apropiación indebida. Y en el marco de estas investigaciones, van hoy los miembros de la Brigada de Blanqueo de la Policía a su casa de Madrid y se encuentran el regalito de que Díaz Ferrán  guardaba en su hucha cerdita del choriceo otros 150 mil euros en efectivo y hasta 1 kilo de oro.

Un detalle del carácter pueril de este sujeto lo refleja el hecho de haberse subido su sueldo justo en el momento en que sus empresas estaban a punto de quebrar. En vez de liquidar ordenadamente teniendo en cuenta acreedores, clientes y trabajadores, Díaz Ferrán se subió el sueldo para acto seguido vender sus empresas a un señor llamado Ángel del Cabo, conocido como el liquidador,  especialista en despiezar sociedades y hacerlas desaparecer-pasivos incluidos, off course- por arte birlibirloque de sucia ingeniería empresarial.

Y como decía al inicio, empresarios chorizos han existido, existen y existirán por los tiempos de los tiempos en España. Lo sabemos y somos conscientes. Pero lo verdaderamente preocupante es que este señor haya ejercido durante cuatro años como el jefe de la patronal española, eso es lo preocupante. El hombre que daba la cara, que hablaba con el Gobierno, con los sindicatos, con los medios.

Y lo que me da más asco es que en el año 2010, mientras por las tardes planificaba sus delitos empresariales y fiscales, resulta que por las mañanas, ejercitando de presidente de la CEOE,  nos lanzaba a los trabajadores de este país " que hay que trabajar más y ganar menos". Vaya, el summum de la productividad.

La productividad de un  chorizo ladrón por las tardes  que nos daba lecciones de moralidad por las mañanas.

     
               Díaz Ferrán afirmando en 2010 que hay que trabajar + y ganar -

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