La cortina negra que tapa sus vergüenzas

Escribo esta entrada desde Francia a punto de iniciar los preparativos de la cena de Nochebuena. Entre otras viandas me espera un apetecible magret de canard à la mangue. No pensaba comentar nada, pero leyendo los digitales observo el regalito de Papa Noel obra y gracia de los asesores de nuestro estimado President Mas: en la ceremonia de su toma de posesión hoy en el Palau de la Generalitat, han decidido redecorar el salón Sant Jordi tapando con una cortina negra el retrato del Rey Juan Carlos.

 La foto que adjunto abajo muestra a la izquierda la ceremonia de 2010 y a la derecha una imagen de la de hoy. Detrás de esa cortina cutre propia de teatrillo en una sala de actos de un Instituto de extrarradio,  de buen seguro que el Rey se ha debido  revolver del lienzo, eso si su maltrecha cadera se lo ha permitido.

A mi el rey mataelefantes no me inspira mucha devoción, creo que su hora ya pasó hace tiempo,  pero este detalle es un ejemplo más de las chorradas que se vierten diariamente desde el mundo político catalán. Una realidad virtual constituida por esa panácea universal del referéndum de 2014 pactado entre CiU y Esquerra, una consulta convertida en nuestra estrella de oriente que acabará de un plumazo con los 800 mil parados, el 25 por ciento de la pobreza, la bancarrota financiera de la Generalitat y demás miserias propias.

Al igual que el nefasto gobierno Rajoy, el govern Mas no acierta con una política que fomente lo único que verdaderamente importa y que no es otra cosa que la creación de actividad económica en aras por reducir el desempleo. Y si tiras por los gestos, pues ten los bemoles en quitar el retrato del Borbón o déjalo como está. 
De esa tela negra podemos extraer miles de crespones negros a la sinrazón política.

Mientras escribo esto se ha acercado mi tío con una deliciosa copa de Côtes du Rhône. Le enseño el despropósito del cuadro censurado y le preguntó que sucedería aquí sí, por ejemplo, en la toma de posesión del presidente de su región se tapase la foto del presidente de la República.

Me contesta que en Francia esto no pasaría porque, a pesar de los millones de defectos de su clase política, hay unos mínimos para ejercer como representante del pueblo.

La comparativa a veces es demoledora. Hollande presenta hoy un plan para que casi un millón de jóvenes franceses puedan trabajar con contratos de aprendizaje complemento a su formación percibiendo cerca de 500 euros.

En Catalunya por el contrario, nos dedicamos hoy a tapar cuadros como hace siglos y tras la muerte del papa Julio III, se taparon muchos desnudos de frescos de Miguel Angel en  la Capilla Sixtina.

Nos gobiernan con cortinas de humo.

 

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