Periodismo en las trincheras del Club de Campo

El Confidencial publica hoy una curiosa noticia que nos viene a demostrar que entre ciertos periodistas y eso que se llama el poder político la linea que los separa es más fina que la masa de una empanadilla.
Os cuento. Resulta que el exclusivo Club de Campo mantiene a 14 periodistas con el carnet de VIP total de forma gratuita. Es decir que no pagan nada teniendo derecho a disfrutar de todo en un club de alto standing en el que ser admitido como abonado es tarea casi tan difícil como conseguir que Florentino gane la décima.

El Club de Campo Villa de Madrid es una sociedad anónima  pero, y ahí está el quid de la cuestión, participada por el Ayuntamiento de Madrid, por Patrimonio del Estado y  por la Sociedad Hípica Club de Campo. Es decir, mayoritariamente se ha nutrido con dinero de todos nosotros. Ello explicaría, con muchos matices, el que ciertas autoridades, embajadores, patrocinadores o directivos del Club de Campo tengan pases gratis VIP  para su disfrute, protocolariamente es justificable, aunque otra cosa es que familiares y amigos de estas autoridades también lo disfruten sin justificación.
 Pero me pregunto a qué cuento se agasaja a unos periodistas o peor, el por qué estos periodistas aceptan el trato. ¿A cambio de qué sigo preguntándome? El periodista que acepta un regalazo como este no significa que por ello vaya a perder su imparcialidad cuando informe en su medio de un asunto referente al Ayuntamiento de Madrid, por poner un ejemplo, pero no hay duda marcará una menor distancia emocional para poder informar objetivamente.

Los periodistas citados por El Confidencial son Francisco Marhuenda, Ernesto Saénz de Buruaga, Raúl del Pozo, Mauricio Casals, Fernando Baeta, Alberto Pozas y Daniel Gavela

El Club de Campo Villa de Madrid lo conforman 200 hectáreas con instalaciones de lujo para ejercitar deportes como la hípica, el golf, tenis, natación, pádel, polo, hockey o squash, además de sus 3 restaurantes de alta cocina y de sus múltiples salones sociales.

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