"¡Spanish president, spanish president!"
Son las 15:15h de la tarde en Bruselas. El Presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, llega la edificio en el que se desarrolla la Cumbre europea acompañado del embajador y miembros de su equipo. Con paso firme rehusando hacer declaraciones a los periodistas que lo abordan, entra en el recinto. Ya dentro, en el acceso de autoridades, un miembro del servicio de seguridad del Consejo le para el paso demandándole su acreditación. En ese momento se escucha un grito "¡spanish president, spanish president!"
Anécdota metafórica de un spanish president al que millones de españoles tampoco reconocen ya como tal. Escondido en Moncloa tras el plasma salvador, detrás de sus ministros y de sus asesores, sin cambiar un ápice el rumbo de su Gobierno en el ecuador de su mandato a pesar del fracaso de sus políticas. De seguir así dentro de 24 meses los españoles también le solicitaremos su acreditación en las urnas.
