¿El banco malo demolerá pisos invendibles como en Irlanda?

Cuando en España se le está poniendo cara y ojos a ese mutante llamado banco malo que en forma de sociedad, o quizás de fondo de inversión, gestionará los miles de activos tóxicos del ladrillo que gangrenan los balances de las Entidades Bancarias, pues en este momento nos llegan impactantes imágenes desde Irlanda.

Allí llevan 3 años con un banco malo que engulló los miles de activos del ladrillo invendibles. En medio también de una terrible crisis motivada en parte por el estallido de la burbuja inmobiliaria, muchas de esas viviendas están siendo demolidas como vemos en la fotografía que inserto.  Acabarlas sale más caro que demolerlas en un país intervenido tras un rescate financiero, en el que encontrar compradores suena a pura utopía.

Cuando veas las barbas de tu vecino mojar pon las tuyas a remojar.  El banco malo madeinsSpain puede encontrarse con el mismo problema, con viviendas que ni con rebajas millonarias encuentren comprador. Será entonces cuando en muchos casos podríamos asisitir a una repetición de lo está sucediendo en Irlanda, a una indigestión de activos para cuya solución solo quede como salida vomitera una sal de frutas en forma de demolición.
Imagen de la demolición de una urbanización en Irlanda

Nuestra piel de toro está plagada de miles de viviendas no ya vacías, sino de miles de estructuras inacabadas. De urbanizaciones fantasmas en simbiosis con el horizonte, posible carne de excavadora.

 Encofrados en medio de páramos comprados a precio de oro por un promotor amiguete de un Banco no malo pero si tonto, tontísimo.

Desde aquí propongo al banco malo que quiere crear el Gobierno, que llegado el momento no sea tan malo e indulte alguna de esas urbanizaciones fantasmas llenas de estructuras oxidadas, encofrados, vallas rotas y mucha mierda con hierbajos y mosquitos. Las indulte y las transforme en museos memoriales al despilfarro, la corrupción y la gilipollez suprema.
Así nuestros descendientes podrán visitar en actividad extraescolar  estos espacios y conocer de primera mano lo estúpidos que fuimos sus antepasados
Sin duda que aprenderán más de la vida y de las inmoralidades que pasando un día en el Prado.

Espero, eso sí, que ese banco "pésimo" no acabe como pronostica hoy Forges en su víñeta en el El País.


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