La larga mano de Putin condena a las Pussy Riot
Las chicas del grupo de rock punk Pussy Riot han sido condenadas a 2 años de cárcel acusadas de "gamberrismo". La presión internacional y la de un amplio sector de la sociedad rusa ha evitado una condena mucho mayor para estas tres jóvenes rusas que permanecen encarceladas desde el pasado mes de febrero.
¿Su delito? pues hacer una performance en la catedral de Cristo Salvador de Moscú encaramándose al altar e intentar cantar una canción protesta denunciando al entonces candidato a la presidencia del país, Vladimir Putin, por su estrecha relación con la Iglesia ortodoxa y por fraude electoral. Vestidas con pasamontañas y con trajes muy kitch circula de ese momento este montaje por la red.
Vídeo montaje de la performance de las Pussy Riot
El error de Nadia, Yekaterina y María, no fue otro que el de pretender tener libertad de expresión en uno de los países más corruptos y con una mayor manipulación política que existen en el mundo. Un país en el que las empresas se reparten entre amiguetes cercanos al poder, desde las épocas de Eltsin, y en el que el poder del Kremlin permanece a voluntad de los designios del antiguo camarada Vladimir.
Cierto es que Putin gana oficialmente siempre en elecciones democráticas, pero no es menos cierto que son denunciadas reiteradamente como fraudulentas por toda la oposición.
Una vez un turista ruso que conocí casualmente me dijo algo que tengo grabado en mi memoria. Este señor me comentó que el problema de sus compatriotas es que no saben vivir en democracia necesitando en su subconsciente un padre todopoderoso que piense por ellos. Me decía, "por eso hemos pasado de los zares a los dictadores comunistas y de estos a los dictadores democráticos como Putin sin conocer democracia"
Las Pussy Riot pertenecen a ese grupo cada vez más numeroso en Rusia que desean pensar por si mismo en una sociedad democrática real.
Aunque como dice el proverbio que no hay mal que por bien no venga, añadir en su desagravio que cuando cumplan condena tendrán algunas discográficas esperándolas contrato en mano.
¿Su delito? pues hacer una performance en la catedral de Cristo Salvador de Moscú encaramándose al altar e intentar cantar una canción protesta denunciando al entonces candidato a la presidencia del país, Vladimir Putin, por su estrecha relación con la Iglesia ortodoxa y por fraude electoral. Vestidas con pasamontañas y con trajes muy kitch circula de ese momento este montaje por la red.
Vídeo montaje de la performance de las Pussy Riot
El error de Nadia, Yekaterina y María, no fue otro que el de pretender tener libertad de expresión en uno de los países más corruptos y con una mayor manipulación política que existen en el mundo. Un país en el que las empresas se reparten entre amiguetes cercanos al poder, desde las épocas de Eltsin, y en el que el poder del Kremlin permanece a voluntad de los designios del antiguo camarada Vladimir.
Cierto es que Putin gana oficialmente siempre en elecciones democráticas, pero no es menos cierto que son denunciadas reiteradamente como fraudulentas por toda la oposición.
Una vez un turista ruso que conocí casualmente me dijo algo que tengo grabado en mi memoria. Este señor me comentó que el problema de sus compatriotas es que no saben vivir en democracia necesitando en su subconsciente un padre todopoderoso que piense por ellos. Me decía, "por eso hemos pasado de los zares a los dictadores comunistas y de estos a los dictadores democráticos como Putin sin conocer democracia"
Las Pussy Riot pertenecen a ese grupo cada vez más numeroso en Rusia que desean pensar por si mismo en una sociedad democrática real.
Aunque como dice el proverbio que no hay mal que por bien no venga, añadir en su desagravio que cuando cumplan condena tendrán algunas discográficas esperándolas contrato en mano.
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| Las Pussy Riot durante el juicio |
