Ecce Homo: chapuza a la española

El sainete del verano es sin duda el nuevo Ecce Homo, el retrato surrealista parido de la manipulación de una señora octogenaria restauradora a la que se le ocurrió la idea de limpiar un poquico  la imagen pintada en el siglo XIX por Elías García en un muro de la iglesia de la Misericordia de Borja.

La señora Cecilia, artista de los hechos
                                                         
Mucho se ha hablado y mucho nos hemos reído todos, lamentablemente. Y digo que lamentablemente porque esta parida ha rebotado en medio planeta como la bola metálica del pleistocénico juego de las máquinas del millón o flippers de los bares.

Ni con miles de millones de euros en una campaña de publicidad mundial podríamos contrarrestar este desaguisado en una minúscula iglesia de un pequeño pueblo de Zaragoza. Porque la imagen de chapuceros, inútiles e incompetentes, es la imagen que retinas de medio mundo conservan hoy de nosotros, gracias a que la información con pie de foto ha sido recogida en medios de comunicación de los cinco continentes. Más madera para nuestra Marca España.

El Cristo original y el resultante tras la manipulación de la señora Cecilia
                                         


Al menos los españoles somos cachondos, eso nadie lo discute. Pues como diría un creativo de publicidad, trabajemos esa faceta. Pongo dos ejemplos: uno, la iniciativa de Javier Domingo en recoger firmas para que el bodrio de doña Cecilia se mantenga y no sea restaurado, dejo enlace Enlace recogida firmas change.org.
El instigador de dicha iniciativa afirma que la abuela Cecilia Giménez manifiesta unas dotes similares a la de otros grandes de la pintura "combinando sabiamente el expresionismo primitivo de Goya con figuras como Munch, Modigliani o Die Brücke".


Somos inútiles y chapuceros pero ¡viva el cachondeo! A cachondeo no nos gana nadie.

Boceto neo Ecce Homo 2, autor anónimo
                                                               

Entradas populares de este blog

El día que el surf tocó el cielo en Teahupoo Tahití