En televisión la imagen es el mensaje

En la televisión se cumple aquello de que una imagen vale más que mil palabras.
 Por ejemplo, ayer en Telemadrid mientras el comentarista político, Hermann Tertsch, analizaba la conferencia de José Maria Aznar en el Siglo XXI, aparecieron insertadas entre las imágenes del acto, el paso de unos falangistas con Franco brazo en alto.
La televisión pública madrileña ha justificado el hecho como un error técnico, pero esta excusa no se la cree ni el más tonto. A Telemadrid le gusta eso de tirar del NODO para buscar soportes en informaciones políticas actuales. Ya comenté en el blog la indecencia en una emisión del programa Zoom, hace unas semanas, al insertar a Hitler y Stalin junto al President de la Generalitat Artur Mas en un pseudoreportaje sobre manipulación y perversión del lenguaje Enlace post

Lo de ayer sin embargo fue una acción protesta desde abajo motivada por unos trabajadores afectados por un ERE acojonante, los cuales aprovecharon el momento en el que el  periodista loaba los actos de Aznar, para meter a Paca la culona y a sus mariachis. Por cierto Tertsch tiene en su haber sido en el pasado subdirector y responsable de Opinión en El País para evolucionar con los años a columnista de ABC. Sólo el caso Figo en el fútbol recuerda un hecho similar.



Y como esto de la televisión es cada día más imagen y menos palabras todo recurso es bienvenido. Lo hemos visto este mediodía en el Telediario 1 cuando la reportera Anna Bosch ha hecho un directo desde la plaza Taksim en Estambul informando de las cargas policiales que han desmantelado los grupos de protesta concentrados estos días en la plaza. 

La periodista apareció en la conexión con una máscara antigas que a duras penas permitía comprender lo que decía. Un recurso más que una necesidad, pues por detrás del plano se observan algunos periodistas gráficos sin protección. Pero bravo por Anna. Pido al editor de los Telediarios que cuando llegue la canícula veraniega envíe a la senyoreta Bosch a otra plaza, la plaza España de Sevilla. Imagino una conexión para el TD1, 15:30 horas, 45 grados a la sombra, las calles desiertas excepto los tradicionales grupitos de japoneses zombies deshidratados y para ponerse en circunstancias, que aparecezca la interfecta desnuda con un ligero pareo. Audiencia asegurada. Ya saben, la televisión es mucha imagen y poca palabra. Sigamos así.

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