Tertulianos teledirigidos desde las castas

Tertulia, tertulia y tertulia. Es sin duda alguna el género mas rentable y manido en la televisión. Pon a 4 tipos en una mesa y que hablen y debatan, o mejor, que discutan y se insulten. Mil euros para cada uno y nos ventilamos hora y media con un share aceptable y a años luz del coste de emisión de una película, de una de serie ficción o de una retransmisión deportiva.
 El bajo coste explicaría el por qué algunos canales de la TDT han fundamentado casi la totalidad de su parrilla en programas con tertulias de diverso pelaje.

Yo no estoy en contra de estos programas, todo lo contrario, me encanta escuchar y seguir una buena tertulia. El problema es dónde encontrar tertulianos que nos aporten algo en sus charlas y debates.
 El estilo telecirco, perdón telecinco, non stop 24h de pseudotertulia basado en su micromundo endogámico tan particular, ha sido adaptado en la mayoría de cadenas con tertulias copadas por periodistas mercenarios y por políticos a sueldo. Personas que opinan de todo lo que se les pregunte, desde los uñeros en el pie de una abuelita rechoncha hasta los fundamentos macroeconómicos en el neocapitalismo  del siglo XXI; desde la problemática con las defecaciones de perro en el centro de las ciudades hasta el bosón de Higgs o la física cuántica.

Los políticos visitan las tertulias al objeto de lanzar el mensaje oficial del partido. Muchas veces incluso desconociendo el tema del que hablan y para el que han sido convocados en plató. Tenemos el ejemplo de Antonio Miguel Carmona, dirigente del Partido Socialista de Madrid y diputado autonómico,  asiduo de diversos programas de televisión, al que se le grabó en un acto reciente con militantes madrileños, sincerandose que en un debate en Telecinco sobre los ERE de Andalucía fue "teledirigido" sin saber nada, siguiendo instrucciones a través del whatsapp de José Antonio Griñán y de Mario Jiménez. Os inserto el vídeo.

Visto lo visto propongo humildemente a los ejecutivos de las cadenas de televisión que en futuras tertulias cambiemos a tan sesudos y encorbatados invitados por muñecos ventrílocuos. Que la voz la ponga el dirigente político o el jefe de redacción del periodista mercenario, pero eso sí, que aparezca en pantalla el muñeco. Ganaríamos en puesta en escena y el share aumentaría al incorporarse el publico infantil.

 Cuan divertido sería  ver a Monchito con la voz de Antonio Miguel Carmona  debatiendo con el pajarraco Rockefeller doblado con la voz de, pongamos por ejemplo, un periodista de Intereconomia.

Clase magistral del diputado Carmona sobre como meter fieles en los medios

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