Muere un becario tras 72 horas de trabajo seguidas
Me entero a través del diario britanico The Independent que un muchacho de 21 años que ejercía de becario en un banco de la City murió el pasado jueves después de trabajar ¡72 horas seguidas!
Se llamaba Moritz Erhardt y realizaba su beca en una sucursal londinense del Bank of America Merill Lynch. Era un estudiante de origen alemán de la Universidad de Michigan al que habían contratado para mes y medio.
Leo que estaba sometido a grandes presiones por parte de sus superiores para alcanzar los objetivos demandados, hecho que según su compañero de habitación, le obligaba muchas veces a trabajar toda la noche. El estrés y el cansancio ya le habían ocasionado semanas antes diversos ataques epilépticos. Encontraron el cuerpo del pobre chico inerte en su bañera dentro de la habitación de la residencia de estudiantes londinense que lo acogió durante su beca. Le quedaba solo una semana para concluir sus prácticas.
Desgraciadamente no es una novedad la existencia de duras condiciones de trabajo a la que someten a muchos becarios en Bancas de inversión, con jornadas de hasta 14 horas diarias o de 100 semanales. Un testigo directo fue Greg Smith el cual escribió el libro Por qué dejé Goldman Sachs, en el que describe las duras jornadas laborales impartidas a los recien llegados a la Compañía, enfrentándolos entre ellos, en una pugna más típica del Coliseum en la Roma antigua que de un despacho moderno en pleno siglo XXI.
Visto los efectos demoledores que el capitalismo financiero con sus tentáculos en forma de Bancos de Inversión tiene sobre el bienestar de millones de ciudadanos en todo el planete y viendo también que tratan a sus empleados más noveles como una mierda utilizándolos de forma abusiva con resultados incluso hasta de muerte, propongo que una vez evacuado todo el personal de la City, excepto sus directivos, sobrevolen miles de drones sus bonitos rascacielos rociándolos con algún productillo inflamable e infalible.
Se llamaba Moritz Erhardt y realizaba su beca en una sucursal londinense del Bank of America Merill Lynch. Era un estudiante de origen alemán de la Universidad de Michigan al que habían contratado para mes y medio.
Leo que estaba sometido a grandes presiones por parte de sus superiores para alcanzar los objetivos demandados, hecho que según su compañero de habitación, le obligaba muchas veces a trabajar toda la noche. El estrés y el cansancio ya le habían ocasionado semanas antes diversos ataques epilépticos. Encontraron el cuerpo del pobre chico inerte en su bañera dentro de la habitación de la residencia de estudiantes londinense que lo acogió durante su beca. Le quedaba solo una semana para concluir sus prácticas.
Desgraciadamente no es una novedad la existencia de duras condiciones de trabajo a la que someten a muchos becarios en Bancas de inversión, con jornadas de hasta 14 horas diarias o de 100 semanales. Un testigo directo fue Greg Smith el cual escribió el libro Por qué dejé Goldman Sachs, en el que describe las duras jornadas laborales impartidas a los recien llegados a la Compañía, enfrentándolos entre ellos, en una pugna más típica del Coliseum en la Roma antigua que de un despacho moderno en pleno siglo XXI.
Visto los efectos demoledores que el capitalismo financiero con sus tentáculos en forma de Bancos de Inversión tiene sobre el bienestar de millones de ciudadanos en todo el planete y viendo también que tratan a sus empleados más noveles como una mierda utilizándolos de forma abusiva con resultados incluso hasta de muerte, propongo que una vez evacuado todo el personal de la City, excepto sus directivos, sobrevolen miles de drones sus bonitos rascacielos rociándolos con algún productillo inflamable e infalible.
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| El becario que murió de agotamiento |
