Personas como Itziar González son necesarias en la política
El calor sofocante y una digestión pesada me han hecho saltar de la cama esta madrugada. En emergencias de desvelos nocturnos siempre recurro a mi pequeño transistor pleistocénico sintonizado con la emisora de música clásica Catalunya Mùsica o con Radio Clásica de RNE. El último ejemplo fue hace unas semanas en el que un exceso de gintonics ingeridos en casa ajena revolucionaron mi barriga con el consiguiente despertar en la madrugada. Gracias a la transfusión de ondas hertzianas mediante los auriculares de mi radio, de un medicamento genérico denominado 5ª sinfonía de Mahler, conseguí retornar a la fase REM.
Anoche sin embargo cuando iniciaba el operativo de crisis me encontré el transistor atascado en otra emisora de nombre Catalunya Ràdio. Se emitía en ella una entrevista grabada del periodista Joan Barril con la ex-regidora del Ayuntamiento de Barcelona, Itziar González. Ya estaba en tramites para cambiar de emisora buscando en la penumbra el puñetero botoncito del dial, cuando la voz y los razonamientos de la invitada me habían enganchado por completo. Allí recostado en mi almohada Ikea plumón me quedé despierto durante casi una hora escuchándola gratamente desvelado.
Desvelado porque no es normal encontrarte en una mujer que ha ejercido la política, manifestar con esa honestidad superior unos planteamientos que deberían adoptar todos los políticos que ejercen eso llamado de lo Público desde el interior de su confortable casta política.
Una mujer que tuvo los ovarios en dimitir -de regidora y de arquitecta del Ayuntamiento, hecho que le privó entre otras cosas de cobrar el paro- por decencia moral y que ahora, desde plataformas ciudadanas como el 15M, nos invita a una desobediencia civil controlada para luchar contra la crisis económica e institucional que nos afecta, a través de una interesante propuesta llamada Parlament Ciutadà.
Podcast Entrevista a Itziar-Gonzalez
Anoche sin embargo cuando iniciaba el operativo de crisis me encontré el transistor atascado en otra emisora de nombre Catalunya Ràdio. Se emitía en ella una entrevista grabada del periodista Joan Barril con la ex-regidora del Ayuntamiento de Barcelona, Itziar González. Ya estaba en tramites para cambiar de emisora buscando en la penumbra el puñetero botoncito del dial, cuando la voz y los razonamientos de la invitada me habían enganchado por completo. Allí recostado en mi almohada Ikea plumón me quedé despierto durante casi una hora escuchándola gratamente desvelado.
Desvelado porque no es normal encontrarte en una mujer que ha ejercido la política, manifestar con esa honestidad superior unos planteamientos que deberían adoptar todos los políticos que ejercen eso llamado de lo Público desde el interior de su confortable casta política.
Una mujer que tuvo los ovarios en dimitir -de regidora y de arquitecta del Ayuntamiento, hecho que le privó entre otras cosas de cobrar el paro- por decencia moral y que ahora, desde plataformas ciudadanas como el 15M, nos invita a una desobediencia civil controlada para luchar contra la crisis económica e institucional que nos afecta, a través de una interesante propuesta llamada Parlament Ciutadà.
Itziar, ejerciendo lo Público, recibió el encargo del entonces alcalde Hereu de poner orden en el distrito histórico de Ciutat Vella. Allí se encontró una administración llena de mierda con altos funcionarios corruptos que prevaricaban y chantajeaban desde hacia décadas al calorcito de las mayorías del PSC. Los mismos que la amenazaron de muerte al ver peligrar su sucio chiringuito.
O se topó con el mercadeo entre políticos municipales y grupos económicos, solidarios ambos sin escrúpulos, en repartirse los más preciado que tiene Barcelona, su casco histórico, transformándolo en un puto parque temático lleno de hoteles, restaurantes y bares, por el que campan a diario cientos de miles de turistas de borrachera acompañados de una tribu de carteristas rumanas, moritos pasantes de droga, putas nigerianas, manteros subsaharianos o pakis lateros con servesabier calientes recién sacadas de la alcantarilla infecta más próxima.
O se topó con el mercadeo entre políticos municipales y grupos económicos, solidarios ambos sin escrúpulos, en repartirse los más preciado que tiene Barcelona, su casco histórico, transformándolo en un puto parque temático lleno de hoteles, restaurantes y bares, por el que campan a diario cientos de miles de turistas de borrachera acompañados de una tribu de carteristas rumanas, moritos pasantes de droga, putas nigerianas, manteros subsaharianos o pakis lateros con servesabier calientes recién sacadas de la alcantarilla infecta más próxima.
Y detrás mucho dinero negro y sucio venido de todo el mundo a ser lavado con centrifugado incluido en la fashion bcn, con el efecto secundario de expulsar al comerciante de toda la vida con subidas estratosféricas de los alquileres, o a barceloneses como el que escribe, para los que pisar las antaño deliciosas callejuelas del barrio Gótico o las mismas Ramblas, produce ahora vomiteras alérgicas incontroladas. Más cuando pierdes cualquier referencia emocional al ver desaparecer todos los comercios y pequeños negocios en favor de los nuevos locales de la ciudad prostituida.
Un modelo que se deshace como azucarillo en el agua y que Itziar González viene denunciando desde hace años.
Nos hacen falta pues muchas Itziars en estos tiempos que corren, por ello te pido humildemente desde este blog que lideres un nuevo proyecto político desde las bases ciudadanas. Porque como comentas en la entrevista, cuando hace unos meses realizaste un discurso en la Plaza Catalunya en un acto con miembros de la plataforma 15M, en el que muchos paseantes no solo se paraban a escucharte sino que incluso te aplaudían, algo debe significar. Cuando el rio suena...
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| La ex-regidora del Ayuntamiento de Barcelona en su casa del casco histórico |
