Sigue la vida de su ladrón por la fotos de su smartphone

Bonito cuento, veréis: un alemana veranea en Ibiza, entre colocones y chapuzones deja su smartphone en la arena mientras se zambulle. Aparece un morito, licenciado en latrocinio, planeando por entre el amasijo de chancletas y ropa playera en busca del tesoro ajeno. Lo encuentra y se da a la fuga. Una estampa que se repite cada segundo que pasa en la costa española, nada nuevo pues. Pero lo novedoso es que el morito travieso sigue con su vida sin saber que todas las fotografías que realiza con el móvil robado, van directamente a la cuenta Dropbox que la dueña tiene activada. 
El sistema en nube chico, tiene estas cosillas. Así que desde su Alemania natal la chica robada recibe semanalmente fotos de la vida hiperactiva que este amante de lo ajeno practica por diferentes territorios.

Por ello conoce que el ladronzuelo ha estado en Dubai al aparecer fotografiado delante de la torre del Burj Khalifa. O descubre a sus compinches de juergas que aparecen en otras fotos. Incluso pudo grabarle en vídeo al intentar el susodicho contactar con las amigas que esta chica tenía en su cuenta skipe. El ladronzuelo debió abrir los ojos como platos al ver las fotos de las guapas teutonas en los contactos del móvil sustraído.  Alertadas las amigas, una de ellas  lo grabó en vídeo en una interesante conversación que colgó en su blog. 

Porque resulta que a todo esto, la chica ha abierto un blog en el que relata todo este surrealista suceso con las fotos y los vídeos incluidos Enlace blog

Desconozco si el morito ladrón sigue en la inopia a estas horas. La repercusión del caso supongo le habrá alertado. De lo que estoy seguro es que si esta alemana fuese española ahora nos encontraríamos que el amante de lo ajeno habría interpuesto ya  una denuncia por intromisión en su intimidad, derecho al honor e imagen y que de buen seguro uno de esos jueces lunáticos y buenistas la habría admitido a trámite.

El ladronzuelo en la foto de Dubai
                                                               
Los amigotes del ladronzuelo
                                                       

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