La Generalitat saca de la chistera el Barcelona World
Eurovegas se construirá en Madrid. La maquinaría del PP en Madrid está trabajando duro para poder cerrar el acuerdo y convocar una rueda de prensa que lo anuncie a los 4 vientos sin intuiciones que valgan.
Adelson quiere libertad total -"la ley soy yo"- y perspectivas de inversión pública y privada ni que sea a través del Banco Europeo de Inversiones. Dos escollos que la maquinaría de Mrs Aguirre trabaja para desencallar eliminando las últimas reticencias de miembros del Gobierno de Rajoy.
Adelson quería Barcelona, pero los catalanes no están tan unidos como en Madrid, y muchas leyes se han de cambiar para dar luz verde al Eurovegas, así que mejor en Madrid, más cerquita del Gobierno central que también es del PP, y de los grandes del Ibex, debió pensar el viejo zorro de Nevada.
Y en estas el Govern catalán se rebela y anuncia hoy que tiene un proyecto alternativo al Eurovegas de oso y madroño. Se llamará Barcelona World y pretende afianzar Catalunya como el destino más importante de ocio en el sur de Europa, creando 20 mil puestos de trabajo.
Las tres fotografías son de los terrenos donde se ubicará Barcelona World
Hasta aquí todo es muy bonito pero me asaltan algunas dudas.
La primera es la figura de una de la piezas claves de todo el tinglado: la de la empresa Veremonte, propiedad del polémico Enrique Bañuelos. No hace falta más que bucear en google y seguir el rastro de su biografía, al menos dudosa.
Me recuerda este caso al de hace 20 años cuando la costa de Tarragona se postulaba como sede de EuroDisney. Al final París se llevo el gato al agua por los pelos, y fue entonces cuando CiU reaccionó con el proyecto que hoy es Port Aventura. Entonces el papel del Bañuelos de turno lo protagonizó Javier de la Rosa. Y a ello le siguió un periplo de chapuzas que duró bien bien una década .
Y la segunda duda es lo precipitado de este anuncio. Parece obedecer a una rabieta catalana de plan B sin una concreción del meollo: los miles de millones en inversión que hacen falta.
Veremos que sucede. Pero también le digo a esos detractores del proyecto que propongan algo mejor. No me vale que eche pestes quien no tiene ni un misero proyecto que aportar ni que sea para crear unas decenas de puestos de trabajo.
A estos individuos les recomendaría que se queden en casa. Porque criticar sabemos todos, pero crear empleo y crecimiento económico, ah, eso es otro cantar.
Adelson quiere libertad total -"la ley soy yo"- y perspectivas de inversión pública y privada ni que sea a través del Banco Europeo de Inversiones. Dos escollos que la maquinaría de Mrs Aguirre trabaja para desencallar eliminando las últimas reticencias de miembros del Gobierno de Rajoy.
Adelson quería Barcelona, pero los catalanes no están tan unidos como en Madrid, y muchas leyes se han de cambiar para dar luz verde al Eurovegas, así que mejor en Madrid, más cerquita del Gobierno central que también es del PP, y de los grandes del Ibex, debió pensar el viejo zorro de Nevada.
Y en estas el Govern catalán se rebela y anuncia hoy que tiene un proyecto alternativo al Eurovegas de oso y madroño. Se llamará Barcelona World y pretende afianzar Catalunya como el destino más importante de ocio en el sur de Europa, creando 20 mil puestos de trabajo.
La Caixa pone los terrenos junto al mar, colindantes con Port Aventura, 826 hectáreas, y la empresa brasileña Veremonte aporta la captación de inversores en un monto total aproximado de 6 mil millones de dólares.
Esta maravilla la conformarán 6 zonas inspiradas en Europa, USA, Brasil, India, China y Rusia, con 12 mil habitaciones en hoteles de gama media alta, tiendas, teatros, oficinas, centros de convenciones y por supuesto, casinos. Competencia pues directa del Eurovegas.
Y lo mejor es que los terrenos que aporta La Caixa poseen ya los suministros de alta, infraestructuras construidas y un entorno, gracias a Port Aventura, con 4 millones de visitantes, suculento plato para empezar con algo en el estómago. Traduciendo, que el primer visitante del complejo de Tarragona podría pisar terreno firme mientras las máquinas del proyecto Adelson no habrán pasado de la fase de encofrados en los complejos de Torrejón.
Hasta aquí todo es muy bonito pero me asaltan algunas dudas.
La primera es la figura de una de la piezas claves de todo el tinglado: la de la empresa Veremonte, propiedad del polémico Enrique Bañuelos. No hace falta más que bucear en google y seguir el rastro de su biografía, al menos dudosa.
Me recuerda este caso al de hace 20 años cuando la costa de Tarragona se postulaba como sede de EuroDisney. Al final París se llevo el gato al agua por los pelos, y fue entonces cuando CiU reaccionó con el proyecto que hoy es Port Aventura. Entonces el papel del Bañuelos de turno lo protagonizó Javier de la Rosa. Y a ello le siguió un periplo de chapuzas que duró bien bien una década .
Y la segunda duda es lo precipitado de este anuncio. Parece obedecer a una rabieta catalana de plan B sin una concreción del meollo: los miles de millones en inversión que hacen falta.
Veremos que sucede. Pero también le digo a esos detractores del proyecto que propongan algo mejor. No me vale que eche pestes quien no tiene ni un misero proyecto que aportar ni que sea para crear unas decenas de puestos de trabajo.
A estos individuos les recomendaría que se queden en casa. Porque criticar sabemos todos, pero crear empleo y crecimiento económico, ah, eso es otro cantar.
