Llega la Ley de "la patada en la boca"

Mientras Rajoy salía ayer en los medios aprovechando el ecuador de su mandato, para agradecernos nuestra comprensión y paciencia avanzándonos que  lo bueno viene ahora, (ja!) su Ministro del Interior presentaba en sociedad la que será nueva Ley de Seguridad Ciudadana, para muchos el mayor retroceso en libertades desde aquella ley Corcuera. Ya sabéis eso de poli bueno y poli malo.

Y no me refiero a aspectos como la penalización del botellón cuando perturba la tranquilidad ciudadana, o a la sanción por utilizar  punteros láser para deslumbrar a pilotos de aviones o conductores de transportes públicos; o a las multas por aceptar u ofrecer servicios de prostitución cerca de colegios. Incluso, con muchos matices, estoy de acuerdo con la prohibición de ciertos tipos de escrache -aunque algunos personajes merezcan más que un escrache todo un operativo de los GEOS  en el interior de su domicilio- Con estas y otras sanciones recogidas en la futura Ley estoy de acuerdo, en mayor o en menor grado, como diría un examinador, pasa.
Pero lo que no pasa son las sanciones por manifestarse sin permiso ante ciertos organismos públicos como el Congreso y el Senado, o la prohibición en difundir por internet imágenes de actuaciones policiales "que supongan mofa para ellos", según el texto, aunque grabemos a pitbulls pegando hostias a mansalva sin causa justificada en una acción de mala praxis. O sancionar a quien entorpezca un desahucio.
También se sancionará a quien vaya encapuchado a una mani o insulte a un agente, con lo que estoy de acuerdo, pero siempre que los agentes vayan a cara descubierta y si no es posible por el tipo de operativo pues muestren  con claridad su número de placa. Y por supuesto que sean respetuosos con los manifestantes pacíficos. O todos o ninguno señor ministro.
Todas ellas, infracciones consideradas como muy graves o graves, pueden ser multadas con hasta 600 mil euros.

El objetivo del Gobierno con esta Ley es el de tapar la boca a los millones de españoles que sufren, que ven como su futuro se ha esfumado mientras las castas causantes del modelo de crisis siguen luciendo tipo. Españoles que viven inmersos en la crisis permanente sin futuro y ven aproximarse la pobreza, si no lo están ya, sin ayudas sociales suficientes tras los recortes non-stop. El ministro catalán del Opus quiere con esta ley que impulsa cerrar el paso, vía sanción administrativa, a un nuevo movimiento 15M o a convocatorias del tipo Rodea el Congreso,  ahogando con premeditación la protesta ciudadana con el rigor de las multas. Desactivar la indignación de los millones de españoles que sufren.

Y por aquí no hemos de permitir que pasen, nadie puede en este país pisar nuestras libertades básicas constitucionales.  De todo ello va mi vídeocomentario de hoy.


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