Los vídeos completos de los asesinatos de Kennedy y Oswald

Hoy hace medio siglo que J.F.K. fue asesinado en Dallas por disparos de Lee Harvey Oswald. La versión oficial concluyó que Oswald fue el único asesino de Kennedy al dispararle desde el edificio en el que trabajaba, el Texas Book Depository, aprovechando que la comitiva presidencial circulaba por delante. Como prueba los investigadores presentaron la huella palmar de Oswald en el rifle Mannlicher-Carcano encontrado en el piso superior. Oswald siempre negó ser el asesino de Kennedy.

  Por ello he querido insertar el vídeo más completo que circula sobre el magnicidio, con una duración de 15 minutos,  que recoge todas las imágenes del séquito presidencial desde su llegada al aeropuerto de Dallas aquel 22 de noviembre de 1963, hasta el traslado al hospital. Incluye también los momentos posteriores al atentado en el lugar de los hechos, las imágenes de confusión y miedo así como la tensa espera  delante del centro hospitalario en el que estaba ingresado Kennedy.

Está formado por la edición de diferentes vídeos y documentos gráficos e incluye a partir del minuto 5:40 los míticos -y trágicos- 26 segundos de la grabación realizada por Abraham Zapruder. Una grabación que permaneció secuestrada durante años y en la que se puede ver a Kennedy caer en manos de su mujer, Jacqueline, tras recibir la primera bala casi desapercibida y recibir a continuación un segundo impacto que materialmente le destrozó el cráneo. Vemos también como la mujer del Presidente en estado shock gatea con su vestido rosa de Givenchy por la parte trasera del Lincoln SS-100-K, no para huir como se interpretó durante muchos años, si no para recoger un trozo del cerebro de su marido desprendido en el chasis del coche, del que no se separó hasta que se certificó su muerte en el hospital tal y como ha declarado recientemente una de las enfermeras que lo atendió.



El segundo vídeo recoge el asesinato de Oswald dos días después a manos de Jack Ruby, un personaje pseudomafioso de oscuro pasado, en los estacionamientos subterráneos de la Policía de Dallas. Aprovechó el momento en que Oswald era trasladado a la cárcel del condado para abrirse paso entre agentes, periodistas y fotógrafos y descerrajarle un tiro con su Colt Cobra. Dijo que le hizo para redimir a la ciudad de Dallas del magnicidio y para que su viuda no se viese obligada a testificar en el juicio ante el asesino de su esposo.

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