Madrid se quema se quema Madrid: oda al fracaso de un modelo

Madrid se quema se quema Madrid, tonadilla que la culerada suele cantar delante de la Font de Canaletes cuando los azulgranas dan un repaso a los merengues, viene que ni pintada para esta entrada. Y no hablo de fútbol, me refiero a la ciudad, a la capital, a la gestión política. Al legado dejado tras 22 años de mayoría absoluta del PP en el Consistorio. No resido en Madrid por lo que carezco de un conocimiento del estado de la ciudad, pues aunque viaje habitualmente, para tener una opinión firme es necesario pisar y pisar kilómetros de acera comportándose como un residente curioso.

Pero para eso están los periodistas, para denunciar e informar, para ser nuestros ojos y oídos y para eso están los madrileños antaño orgullosos de su ciudad y ahora quejosos y resignados. De los primeros la coincidencia que todos, excepto los venenosos, escriben negro sobre blanco el fracaso de un modelo, o mejor dicho, de la inexistencia de un modelo. Desde El País a El Mundo, pasando por medios más minoritarios, coinciden en los últimos meses en reflejar noticias desalentadoras para el madrileño culpabilizando a la pésima gestión consistorial de todos los males y en especial al legado del ex alcalde Gallardón -2003-2011-

 Caer en la carrera por conseguir los Juegos fue el soplo de viento fresco que levantó la alfombra del fracaso exhibiendo al descubierto todos los errores acumulados estos años. Obras como La Peineta o el Centro Acuático, a medio hacer, quedarán para pasto de yonkis y pandilleros mientras otras como la Caja Mágica buscan compradores solventes.
Con obras faraónicas despilfarradoras que han sumido al Consistorio en el deplorable récord de ser el más endeudado de Europa alimentando proyectos inútiles provechosos no para el ciudadano sino para los gerifaltes del palco del Bernabéu que vieron engordar sus tripas y bolsillos con dinero público. Un ejemplo, de los muchos, fue el capricho gallardonesco por tener una oficina bonita en el Palacio de Cibeles y que costó 600 millones de euros.
Con recortes en los servicios sociales y sanitarios de competencia municipal con privatizaciones adhoc por una mala gestión pública. Con una ciudad más sucia y abandonada por recortes sistemáticos en la partida presupuestaria para la recogida de basuras. Con una crisis de modelo económico y turístico que hace que Barajas pierda primacía respecto a el Prat con un preocupante descenso de la afluencia turística a la capital. Con un grueso de empresas interpuestas y fundaciones  encargadas en distribuir el maná inversor del Ayuntamiento sin fiscalización de sus finanzas comportándose opacas al ciudadano. O con el récord europeo de ser la capital con más asesores y coches oficiales en un clima que alguno califica de nepotismo capitalino.

Algunos como el Observatorio Metropolitano vienen denunciando el modelo de crecimiento de la ciudad desde otro punto de vista, con promulgación de soluciones como el Manifiesto Madrid Enlace manifiesto en el que señalan el fracaso del modelo de crecimiento realizado a costa de mayores desigualdades sociales. Abogan por aprovechar la crisis como una nueva oportunidad en aras de una "democracia urbana de nuevo cuño"

Aprovecho también para recomendarte el artículo que al respecto ha publicado hoy en el digital elconfidencial, Roberto Centeno, no tiene desperdicio. Enlace artículo


                                                Tiempos oscuros para los madriles

Entradas populares de este blog

El día que el surf tocó el cielo en Teahupoo Tahití