Los trabajadores de Ferrocarrils quieren más pasta. El xantatge de FGC


Los trabajadores de los Ferrocarriles de la Generalitat de Catalunya han convocado huelga hoy y otros tres días de mayo y junio. Bien, están en su legítimo derecho.
Estos trabajadores piden aumentos salariales, nada que objetar.
Piden aumentos salariales, por ejemplo, los maquinistas, cuyo salario medio anual es de unos 60 mil euros.
¿A quién piden, o mejor dicho, exigen, el aumento? pues a la Generalitat de Catalunya que, como todos sabemos, está rozando el colapso financiero, sin posibilidad de endeudarse pues sus emisiones son consideradas bonos basura, con la amenaza de intervención estatal si no llega al 1,5% de déficit y con un Govern suplicando con razón un pacto fiscal de supervivencia.

Se lo exigen a una Administración que lleva meses recortando las prestaciones sociales de los catalanes.
Dicen que no son funcionarios aunque su puesto de trabajo es de por vida. No se conoce en estos años un despido de un trabajador fijo por causas económicas o de producción.

Lo exigen en el momento que en Catalunya sufrimos las cifras de desempleo más altas de nuestra historia.

Y además, para colmo, no han aceptado los servicios mínimos marcados por la autoridad y sus piquetes-burgueses han boicoteado el funcionamiento de muchas líneas en el día de hoy dejando tirados a miles de ciudadanos.


FGC es deficitaria como todos los transportes públicos. Los billetes y abonos cubren una mínima parte del presupuesto. Se da la paradoja que FGC es también propietaria de 4 estaciones de esquí, algo díficil de explicar más allá del Ebro.
 Con los recortes presupuestarios del Govern  se están paralizando obras de inversión previstas en creación y mejoras de líneas. Pero estos trabajadores quieren que su sueldo siga brillando en medio de la estepa de una Catalunya en bancarrota. Para ello movilizan a su sindicatos verticales para volver a ejercer el chantaje sin condiciones. Lo mismo hicieron los del metro hace unos meses. O los de Renfe hace otro tanto.


Pero esta vez les ha salido rana. Delante no tienen a los pusilánimes del equipo de los germans Nadal,  sino a un firme conseller Recoder que no lo pondrá fácil más aún con la que está cayendo.

 Cuando escampe la crisis, dios sabe cuando, muchas cosas deberían de cambiar en Catalunya y en España,  y una son  los servicios de transportes públicos, los cuales deberían iniciar la senda de la privatización como en muchos países avanzados.


                      
                                                            Declaraciones de trabajadores de FGC sobre la huelga

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