Catalunya pide el rescate y en el extranjero se parten el culo

Que Catalunya está rozando la bancarrota desde hace meses ya se sabia desde que el año pasado Oriol Pujol afirmó que en la tesorería de la Generalitat quedaba dinero para poco más de un mes.
Que su deuda de 42 mil millones de euros, la más alta de las Comunidades Autónomas, le empujaba a sucesivas emisiones de bonos minoristas a un interés altísimo, ya lo conocíamos.
Que fue de las primeras en acceder a las líneas de financiación del ICO, también.
Que ha tenido que suscribir diversos préstamos sindicados con entidades bancarias para respirar, también lo conocíamos.
O que debe afrontar vencimientos de deuda por un montante de cerca de 6 mil millones de euros en este segundo semestre, dinero que en estos momentos ni tiene ni lo espera tener, no es una novedad.

Por ello, el que hoy sepamos que la Generalitat será tras los Gobiernos de la Comunidad Valenciana y de Murcia, la tercera Comunidad que se acoja al Fondo de Liquidez Autonómica, el prestamo esbozado por el Gobierno de Rajoy para ayudar a solventar los problemas de liquidez de las Autonomías, pues no nos ha sorprendido nada.

Lo que si me ha sorprendido y mucho, es que la situación financiera de la Generalitat de Catalunya sea mofa en viñetas humorísticas de importantes medios de comunicación extranjeros como The Guardian.

Mientras el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, reclamaba en otro medio de comunicación británico la mutualización de la deuda catalana mediante los hispabonos o algo parecido, el diario británico publica hoy esta viñeta con mucha mala baba.
                                           "Catalunya, por otro lado, está terminada"


Ya he dicho en varias ocasiones que Catalunya  necesita llegar a un pacto fiscal con el Estado que le dote de un sistema financiero y fiscal similar al del País Vasco.
Y también he dicho que la Generalitat se ha de plantear si puede asumir -se está viendo que no- todo el gasto que le genera un sistema autonómico de primera categoría soportado por un sistema de financiación de segunda.

Durante muchos años, en el pujolismo se celebraba, se acogieron con buenos ojos todo tipo de traspasos sin reparar en los gastos ni en las formulas para financiarlos. Y ahora todo esto es inasumible.

Catalunya reclama ayuda al Estado, los hispabonos podría ser una solución. Pero pedir ayuda tiene efectos colaterales. Si Montoro afloja a cambio enviará sus castizos hombres de negro a la ciudad condal, de la misma forma que Bruselas le ha insertado los suyos en los despachos de la Real Casa de la Aduana. Y por supuesto, al igual que el FLA, todo lo que se presta siempre se ha de devolver con intereses.

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