Carta abierta al Ministro de Hacienda Cristóbal Montoro

Puedo entenderle hasta cierto punto, señor Montoro, cuando defiende a capa y espada los Presupuestos presentados por su equipo, calificándolos como los de la recuperación económica, o cuando cansinamente reitera y reitera a quien quiera escucharle que España está saliendo de la crisis.
 Lo entiendo, no lo comparto obviamente, pero es lo que se espera en el el máximo responsable junto al ministro De Guindos de la política económica del Gobierno. Nadie nace tan tonto como para tirarse piedras sobre su propio tejado. 

Puedo también entender que cuando se hizo cargo de su cartera se encontró  un país destrozado tras años inmersos en un sistema económico equivocado, iniciado ya en tiempos del aznarato, refrendado después por el dúo sacapuntas ZP&Solbes. La crisis financiera internacional descubrió nuestras miserias locales provocando una caída en picado de la actividad económica con el aumento exponencial  del desempleo.

 Puedo también verle algo coaccionado desde Bruselas y Frankfurt  al imponernos estos una férrea disciplina presupuestaria en aras de reducir el déficit público, personalizado en esos hombres de negro en vigilancia orwelliana permanente. Y puedo entender igualmente su frustración ante la fortísima especulación en los mercados financieros encareciendo a niveles nunca vistos los intereses de la deuda, con la aparición estelar día si y día también de la ya archifamosa prima de riesgo -más popular ya  incluso que el primo de Zumosol-

Puedo igualmente entender su negativa a incrementar la inversión pública para salir de la crisis, si ponemos como ejemplo el desastroso plan E del inefable Zapatero, o podría asimilar que subiese los impuestos para incrementar los ingresos fiscales del Estado en unos momentos de brusca desaceleración en la actividad económica y con el agravante de una mayor necesidad de recursos.

Sin embargo Excmo. Sr. Ministro, no puedo entender su  vehemencia algo chulesca cuando tras 2 años al timón, el desempleo sigue cerquita del 30% de la población activa -récord en los países de la OCDE- o cuando la deuda del Estado avista el 100% del PIB, o cuando el nivel de ingresos fiscales se mantiene exprimiendo a la clase media con el consiguiente puyazo al consumo ergo al crecimiento de la demanda interna y de la actividad económica, o cuando la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida es tan nimia que seguimos junto a Italia rompiendo barreras tercermundistas en Europa.

Aún esperamos señor ministro que nos enseñe la lista Falciani de defraudadores como prometió ¿es qué se le ha comido la lengua el gato? O cuando el crecimiento de la actividad económica sigue estancado pronosticándonos el FMI  un miserable crecimiento de 2 raquíticas décimas para el año que viene.

Estas si que son razones señor Ministro, razones evidentes, de su fracaso como corresponsable en las políticas económicas del Gobierno a pesar de los atenuantes antes expuestos.

Pero incluso a pesar de todo lo expuesto usted está en su derecho de aplicar la política neoliberal que le venga en gana, de la misma forma que nosotros estamos por no votarle dentro de dos años. Lo que sin embargo no podemos aceptar bajo ningún concepto señor Montoro, es que con sorna y cierta chulería  jieniense nos mienta. Esa es la línea roja que usted, representante electo no ha de traspasar jamás. La mentira y la tergiversación. Ahí van dos ejemplos:

1. Noche del jueves pasado en la COPE. Juan Pablo Colmenarejo le pregunta por la subida del IVA cultural al 21%  y usted le contesta un "el IVA cultural no ha subido es un mantra que se ha instalado" rematándolo con un " lo que ha subido es el coste de la asistencia al espectáculo,  no el IVA cultural" Los contertulios del programa La Linterna flipaban y hasta uno le llegó a preguntar con cierta hilaridad si iba al cine o no. Inserto podcast, ir al minuto 39´56"

2. Hoy en el Congreso- ver vídeo- en respuesta a una pregunta formulada por Cayo Lara, usted Ministro ha sentenciado que "los salarios no están bajando" sino que "están moderando la subida". ¡Y se queda usted tan pancho!

Permítame que acabe esta entrada con un mantra en su honor señor Montoro: om namah montoro(ya)

"Los salarios no están bajando" Montoro dixit

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