Se divorcian tras 115 años juntos

Los humanos, sino fuese por la procreación, seríamos singles convencidos, me dice un amigo psicólogo y algo filósofo.
Es cierto que el amor entre parejas cada día tiene fecha de caducidad más corta. En nuestros abuelos y padres los matrimonios se asemejaban a productos de bazar en lo que a la caducidad se refiere. Hoy en día las relaciones han pasado a la sección de productos frescos y perecederos.

Ya firmarían muchas parejas poder convivir 115 años como Bibi y Poldi, dos tortugas galápagos  de un zoo austríaco, que finalmente han decidido dar por acabado su amor. Como son tortugas no han hecho falta abogados sino cuidadores del zoo, que vieron como Bibi mordía a su pareja reiteradamente y ni con tomates jugosos podían distraerlo.
Así que los han separado. El amor ya no es eterno ni en las tortugas. Dicen los cuidadores que estas tortugas pueden vivir hasta 175 años, así que todavía tienen algunos lustros para rehacer su vida sentimental.

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