El rescate bancario: socializar las perdidas después de privatizar los beneficios

Deseo compartir con vosotros una de las iniciativas que más luz está aportando para entender la oscuridad de esta crisis global y financiera.
Se trata del colectivo Economistas frente a la crisis.
Os dejo el enlace a su web, recomendando muy especialmente el articulo de Julio Rodríguez  "Demasiado crédito para el promotor", en el que reseña que los préstamos al sector inmobiliario llegaron a suponer el 43,4% del PIB.
                              http://www.economistasfrentealacrisis.com/

El rescate bancario del weekend no se puede entender sin conocer las tramas de los últimos años entre las entidades bancarias y promotores que, a grosso modo, es la trama que más ha aportado en la crisis financiera de nuestro país.

Os pongo un ejemplo real, algo reduccionista, pero que os aclarará mejor lo que ha sucedido en España en la última década . Ejemplos como este se repitieron a miles lamentablemente por toda la geografía y que seguro conocéis.

Delta del Ebro, precioso paraje natural del sur de Tarragona. En Deltebre conviven muchos trabajadores del arroz con pequeños propietarios agrícolas. Tienen sus casitas y unas tierras que les dan para ir tirando. Un día, los cuervos especuladores venidos desde Valencia con compinches catalanes, deciden que aquel sitio tiene buena pinta para especular con segundas residencias. Paraje natural, la playa a 5 kilómetros, el río Ebro. Los cuervos tienen asegurada la financiación de Bancaja, -la misma entidad que antes de hundirse se agarró al cuello de Caja Madrid metamorfoseados en Bankia, hundiéndose con ella bajo el beneplácito del sr. Rato y de Mafo-.

Untan a los poderes locales para que cambian normativas sin mucho esfuerzo y después compran terrenos a estos pageses. Conozco el caso de un campesino que ingresó un millón de euros de estos cuervos y aún sigue cultivando sus tierras 5 años después, pues el pacto con el promotor fue el de poder disponer de ellas hasta que se iniciara la construcción de las casas. Morirá de buen seguro cultivando sus tierras al paso que va la crisis

                                    Ejemplo del despilfarro corrupto que ahora hemos de pagar entre todos     


Bancaja se financió con dinero de inversores foráneos. Ese dinero, en vez de destinarlo a una economía productiva, lo puso a disposición de promotores y constructores amigos para comprar tierras en un paraje natural, untando a las administraciones implicadas, y haciendo millonarios a campesinos humildes. Todos han ganado en este proceso: desde los jefes de la entidad, a los cuervos promotores, los constructores, las administraciones, los campesinos.
 Pero ahora, esos créditos que otorgó Bancaja no han podido ser devueltos,  engrosando las tasas de morosidad en los balances de la entidad, por lo que se han de provisionar teniendo en cuenta que esos terrenos han perdido el 60% del valor que tenían cuando la entidad financió el crédito a los promotores.
Con el rescate se ayuda a provisionar y cubrir este agujero y el resto de agujeros hasta llegar a los 100 mil millones de euros, 10% del PIB, que se calcula era la morosidad de créditos inmobiliarios a fecha 31 de diciembre pasado.
Y como Bancaja-luego Bankia- todo el sistema financiero español en mayor o menor grado.

Así vemos que el rescate es en definitiva, una póliza de crédito entre el 3 y el 4% con dinero público, no lo olvidemos. De Europa al FROB, y del Fondo Público a los Bancos a un interés probablemente al 8,5%. El Estado gana unos porcentajes en el interés, pero, ay amigo Rajoy, ese interés del 3% de los 100 mil millones disponibles, deberá contar en los balances como déficit público.

Y aunque la amortización del capital corresponderá a los Bancos y pagarán un interés alto al Frob, podrán salir adelante con dinero público. Y los que no puedan sobrevivir ahora con este rescate, desaparecerán diluidos en un FROB público, el Cáritas de los Bancos, que como mucho intentará colocarlo a otros Bancos viables después de perder por el camino miles de millones de euros públicos.

Aquello de socializar las perdidas y privatizar los beneficios se cumple de nuevo en este rescate bancario.

Un rescate que a parte de endeudarnos más, significará una limitación de la soberanía fiscal - por mucho que lo niegue el Gobierno- además de socavar la legitimidad del sistema político.
¿Necesario para evitar el colapso al no poder financiarnos en los mercados exteriores? Sí, pero coño,  dejémonos  de sonrisas,  ¡cómo si la crisis ya hubiese desaparecido de un plumazo!. Y apunto un dato preocupante: una agencia de calificación ha situado al Tesoro Público cerca del bono basura. La prima de riesgo no baja. Y parece que tras el rescate, todo sigue igual.

Entradas populares de este blog

El día que el surf tocó el cielo en Teahupoo Tahití