Los chorizos de la Sanidad catalana/Els choriços de la Sanitat catalana
Algo sigue sin cambiar en Catalunya cuando nos encontramos que un presunto corrupto que se hizo millonario trapicheando mediante empresas paralelas relacionadas con el sistema público de Salud, preside en el Parlament de Catalunya la Comisión de Salud.
Me refiero al ex-alcalde de Lloret, Xavier Crespo, ahora diputado por CiU en el Parlament de Catalunya y presidente de dicha Comisión, nombrado para el cargo después de intentar infructuosamente colarse como número 3 en la Consejería de Interior tras la victoria electoral de los nacionalistas.
Crespo dirigió entre el año 2000 y 2003 una empresa filial de la corporación pública que gestiona los hospitales de Blanes y Calella. En 2005 la Sindicatura de Comptes inició una investigación por irregularidades detectadas encontrándose con 1,3 millones de euros en pagos irregulares y casi 3 millones en perdidas patrimoniales y de ingresos. Crespo, su esposa y otros ediles de CiU y también de los Socialistas, eran los grandes beneficiarios.
Fumao me he quedao al saber que es el president de la Comissió de Salut
Delitos de malversación societarios y de negociaciones prohibidas a los funcionarios que hasta un alumno aventajado de Derecho identifica a la primera, en este caso no siguió adelante, ni cuando el Tribunal de Comptes examinó el caso, porque CiU y socialistas, la sociovergencia, movió máquinas para taparlo todo, pues aquí saldríamos todos pringados. Si ni la Consejería de Salud dirigida entonces por la socialista Marina Geli se personó.
Otro ex edil de CiU, Ramon Bagó, ex-alcalde de Calella, se ha hecho millonario gracias a su empresa de restauración que se nutre fundamentalmente de sus contratos con centros hospitalarios públicos. Empresario despierto pensaran ustedes. No si les digo que aparte de su alcaldía, Bagó es el impulsor y directivo del Consorci de Salut i Social de Catalunya, CSC, un ente de origen municipalista que gestiona decenas de centros de salud en Catalunya. Y cuando alguno de estos centros, como el hospital del Carme de Badalona, decide adjudicar un contrato de 10 millones de euros por servicios de restauración, pues allí está la empresa de Bagó que se lo lleva sin pasar por concurso.
Y está el caso Innova en el que el el presidente del ICS, el Instituto Català de Salut, Josep Prat, se vió salpicado por choriceos diversos como salarios estratosféricos, Audis de alta gama de empresa etc.
Y más opacidad y más inanición de los de arriba.
La sanidad pública catalana ha tenido recortes de un 10% y quizá más el próximo año. El personal sanitario y los pacientes están profundamente cabreados. Sólo falta que se descubran estos casos de choriceo y que se sepa que todo se ha tapado vergonzosamente.
De momento, señor President Mas, Crespo no ha de seguir ni un minuto más al frente de la Comissió de Salut. Por decencia.
Me refiero al ex-alcalde de Lloret, Xavier Crespo, ahora diputado por CiU en el Parlament de Catalunya y presidente de dicha Comisión, nombrado para el cargo después de intentar infructuosamente colarse como número 3 en la Consejería de Interior tras la victoria electoral de los nacionalistas.
Crespo dirigió entre el año 2000 y 2003 una empresa filial de la corporación pública que gestiona los hospitales de Blanes y Calella. En 2005 la Sindicatura de Comptes inició una investigación por irregularidades detectadas encontrándose con 1,3 millones de euros en pagos irregulares y casi 3 millones en perdidas patrimoniales y de ingresos. Crespo, su esposa y otros ediles de CiU y también de los Socialistas, eran los grandes beneficiarios.
Delitos de malversación societarios y de negociaciones prohibidas a los funcionarios que hasta un alumno aventajado de Derecho identifica a la primera, en este caso no siguió adelante, ni cuando el Tribunal de Comptes examinó el caso, porque CiU y socialistas, la sociovergencia, movió máquinas para taparlo todo, pues aquí saldríamos todos pringados. Si ni la Consejería de Salud dirigida entonces por la socialista Marina Geli se personó.
Otro ex edil de CiU, Ramon Bagó, ex-alcalde de Calella, se ha hecho millonario gracias a su empresa de restauración que se nutre fundamentalmente de sus contratos con centros hospitalarios públicos. Empresario despierto pensaran ustedes. No si les digo que aparte de su alcaldía, Bagó es el impulsor y directivo del Consorci de Salut i Social de Catalunya, CSC, un ente de origen municipalista que gestiona decenas de centros de salud en Catalunya. Y cuando alguno de estos centros, como el hospital del Carme de Badalona, decide adjudicar un contrato de 10 millones de euros por servicios de restauración, pues allí está la empresa de Bagó que se lo lleva sin pasar por concurso.
Y está el caso Innova en el que el el presidente del ICS, el Instituto Català de Salut, Josep Prat, se vió salpicado por choriceos diversos como salarios estratosféricos, Audis de alta gama de empresa etc.
Y más opacidad y más inanición de los de arriba.
La sanidad pública catalana ha tenido recortes de un 10% y quizá más el próximo año. El personal sanitario y los pacientes están profundamente cabreados. Sólo falta que se descubran estos casos de choriceo y que se sepa que todo se ha tapado vergonzosamente.
De momento, señor President Mas, Crespo no ha de seguir ni un minuto más al frente de la Comissió de Salut. Por decencia.
