David Nabaldian el karateka de la arcilla

Tengo una duda, lo digo sin coñas. Creo que existe un espíritu burlón que pulula por los lugares consagrados al deporte de competición y se apodera de mentes incautas. Como consecuencia de ello, el deportista entra en un estado catatónico convirtiéndose en un zombie, al menos por unos segundos.
El caso del tenista David Nabaldian ayer en la final de Queen´s es un ejemplo. Iba ganando, sobrado, pero de golpe le mete un patadón a la publicidad - y al juez linea que había detrás-. Fue descalificado, perdió un torneo que ya acariciaba, se quedó sin 70 mil euros en premios y las multas que le lloverán a partir de ahora.

Y el otro ejemplo es el de Pepe del Real Madrid. En este caso el espíritu burlón se ha apoderado de su mente en diversas ocasiones por lo que podemos afirmar que el estado natural del defensa del equipo blanco es el de un zombi permanente.

Existen patadas históricas como las del ya viejuno Hulk Hogan,  narradas en el mítico programa de tv Pressing catch, con aquel dúo de locutores con su frase para la historia de "¡patadaaaaa al bañaaador!" 

Al menos en aquellas patadas yankees de cartón-piedra no había sangre o deseos de brotarla, como sí la ha habido en la patada a la tibia del juez de tenis, o en las patadas de mala ostia como las que regala el mercenario portugués en los campos de fútbol.

                      
                               Patada de Nabaldian al juez de linea, final torneo Queen´s 2012 


                       
                                                       Patada de Pepe a Casquero        

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