Murió para salvar a sus pasajeros

La televisión estatal china ha ofrecido estas imágenes grabadas el pasado domingo en un autobús con 24 pasajeros, que se dirigía desde Wuxi de Jiangsu  a Hangzhou en el este de China.
En mitad del trayecto unos trozos de hierro de unos escombros impactan violentamente contra el parabrisas hiriendo gravemente al conductor, Wu Bin.
A pesar de la gravedad de las heridas y el inmenso dolor, el conductor tiene el aplomo de controlar el autobús, frenar, abrir las puertas, e incluso tiene tiempo de alertar a los pasajeros de que no deambulen por la carretera. De esta forma salvó a los pasajeros de un accidente muy grave.

Wu Bin, lamentablemente, murió horas después en el hospital.
En toda China, el conductor ha sido considerado un héroe,  siendo reiterados los homenajes que los medios de comunicación le están dedicando en las últimas horas.

   
                     



Nota:
Aprovecho esta ocasión para responder al email recibido de un lector sobre la entrada  Los chinos se quedan con los bares en el que me acusa de cierta xenofobia hacia los inmigrantes chinos. En la entrada, estimado lector, manifiesto un sentir popular que cada día va en aumento: la animadversión de muchos españoles hacia un colectivo por sus escasos deseos de integración. Además, sorprende que se queden con traspasos millonarios de comercios que nunca serán rentables. Comercios cuya facturación ni de largo cubre parte del coste de traspaso. No vale eso de que hacen muchas horas y cobran poco. Creo que en muchos casos se trata de una invasión y no de una inmigración,  muchos de los cuales utilizan dinero ilícito para regularizar situaciones o blanquear dinero. Y eso no es xenofobia, eso es denunciar las injusticias de nuestro entorno. ¿Qué hay inmigrantes chinos que se integran y son emprendedores que pagan sus impuestos en una actividad rentable?,  por supuesto que si.

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