Los depredadores que devoraron España
El boom de la construcción será recordado en los anales de nuestra Historia Económica como una pesadilla que trajo beneficios inmediatos y caducos a cambio de una destrucción del crecimiento, que de momento parece perenne. Hoy en día ya nadie duda en este país que la orgía del ladrillo fue lo peor que nos podía haber sucedido. Sus consecuencias abonan el lastre que nos impide generar actividad económica y por ende crear empleo. La interrelación que la especulación del ladrillo y el poder financiero tuvieron, explican gran parte -que no todo- de la terrible crisis económica que vivimos.
Pero hay otra consecuencia que si la miras desde una perspectiva más amplia es aun más grave. Me refiero a la destrucción de nuestro paisaje y de nuestro territorio. La costa mediterránea ha sido la más afectada por ser la más golosa para los depredadores, pero también miles de pequeños y grandes pueblos y ciudades de toda España.
Un ejemplo lo podéis ver entrando en Enlace nacionrotonda.com en el que se ofrecen fotografías comparativas tomadas por satélite de como era un mismo lugar 10 o 15 años antes y como es ahora tras la fiebre destructora del ladrillo. Para llorar.
Nuestros hijos y nietos no podrán ver nunca muchos paisajes tal y como durante siglos los observaron las pupilas de nuestros antepasados y de nosotros mismos.
Muchos jerifaltes de la casta política, que se llenan la boca empachándose a diario de esa palabra tan manoseada de 3 sílabas llamada es-pa-ña, no dudaron en llenar sus bolsillos a cambio de cargarse lo más preciado que tiene un país que no es otra cosa que su territorio. Incluso muchos siguen en la actualidad abonando la acción de la depredación sistemática de nuestros paisajes, con leyes tan nefastas como la Ley de Costas-versión 2.0- recientemente retocada por obra y gracia de la apisonadora del PP y la abstención de CiU.
Estos sí que son los verdaderos devoradores de España y no los tan temidos independentistas catalanes y vascos.
Pero hay otra consecuencia que si la miras desde una perspectiva más amplia es aun más grave. Me refiero a la destrucción de nuestro paisaje y de nuestro territorio. La costa mediterránea ha sido la más afectada por ser la más golosa para los depredadores, pero también miles de pequeños y grandes pueblos y ciudades de toda España.
Un ejemplo lo podéis ver entrando en Enlace nacionrotonda.com en el que se ofrecen fotografías comparativas tomadas por satélite de como era un mismo lugar 10 o 15 años antes y como es ahora tras la fiebre destructora del ladrillo. Para llorar.
Nuestros hijos y nietos no podrán ver nunca muchos paisajes tal y como durante siglos los observaron las pupilas de nuestros antepasados y de nosotros mismos.
Muchos jerifaltes de la casta política, que se llenan la boca empachándose a diario de esa palabra tan manoseada de 3 sílabas llamada es-pa-ña, no dudaron en llenar sus bolsillos a cambio de cargarse lo más preciado que tiene un país que no es otra cosa que su territorio. Incluso muchos siguen en la actualidad abonando la acción de la depredación sistemática de nuestros paisajes, con leyes tan nefastas como la Ley de Costas-versión 2.0- recientemente retocada por obra y gracia de la apisonadora del PP y la abstención de CiU.
Estos sí que son los verdaderos devoradores de España y no los tan temidos independentistas catalanes y vascos.
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