CIU y PP pactan los presupuestos Generalitat, a propósito de encajadas de manos.

El acto de estrechar la mano en nuestra sociedad occidental es sinónimo de acuerdo, de saludo, de pacto y de muchas cosas más. Se dice que la tradición de estrechar las manos viene de la Edad Media cuando al encontrarse reyes y caballeros extendían la mano recta y abierta para demostrar que no llevaban armas escondidas.
Que un político puede cambiar y que tiene derecho a cambiar en su trayectoria pública, sin duda. Pero no me negarán que a veces es un sano ejercicio de contemporización el recuperar viejas fotos y observarlas. Como cuando remiramos con nostalgia e incredulidad aquellas fotos escondidas años en un cajón, de momentos del pasado con amigos entre vinos y rosas, amigos que en el presente hace años que son ya pasto del olvido.
CiU ha llegado a un pacto con el PP en Catalunya para tirar adelante los presupuestos de 2011 y de 2012 de la Generalitat. El president Artur Mas ha negado lo de un pacto estable con los populares y ha reafirmado su derecho en establecer pactos con quién crea más conveniente para el Govern. Alicia Sánchez Camacho ha vuelto a nombrar la palabra responsabilidad, ¿por qué siempre que abre su voluptuosa boca no pasa ni medio minuto en que no aparece de sus labios la palabra res-pon-sa-bi- li-dad?.
Pero como decía antes no me negarán aquello del morbo de comparar fotografías de antes y de ahora.
¿Llevarán estos caballeros del siglo XXI armas escondidas en sus manos abiertas?, el tiempo lo dirá.

              Artur Mas en 2006 estrecha la mano del notario tras firmar acta de no pactar con el PP


                Artur Mas hoy  estrechando la mano de Alicia Sánchez Camacho: el PP apoya a CIU

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