Matanza de elefantes para abastecer curanderos chinos

Con la resaca todavía de la preciosa peli de Spielberg que ayer vi en el cine, The War Horse, una maravillosa postal de la franca y honesta relación de los animales con los seres humanos, me desayuno esta mañana con una noticia fiel reflejo de la barbarie de unos hombres que hace tiempo dejaron de ser tales.

Las milicias armadas procedentes de Chad y Sudán, que hace meses han entrado en territorios de Camerún, han podido acabar con un tercio de los elefantes del parque nacional de Bouda N´djida, unos doscientos o trescientos aproximadamente. Armados con Kaláshnikov a la grupa de caballos y camellos, han acribillado a todo paquidermo que inocentemente se les ha puesto por delante. Su objetivo sangriento es el de quedarse con el marfil de los colmillos dejando los restos de carne para las tribus de la zona, intentando ganarse así la complicidad de éstos.
El propio gobierno de Camerún se ha visto impotente y ha hecho pública la denuncia que ha despertado la alarma incluso en la Unión Europea por no decir de las centenares de personas que trabajan en la conservación de este parque o los miembros de ONG´s como WWF.

                                              Uno de los elefantes decapitados en el parque de Camerún

Y todo por el puto marfil. Hace 22 años que el tráfico de marfil está prohibido en todo el mundo pero según algunas organizaciones, el año pasado fue récord de incautaciones en aeropuertos con 23 toneladas de colmillos, que equivalen a 2.500 elefantes asesinados.
Ya sabemos que esas milicias de zombies sin atisbo de dignidad humana que pululan por ciertas zonas del continente africano son los ejecutores. Pero, ¿quién se beneficia del marfil ilegal y subvenciona con su compra a esas milicias?
Pues una vez más aparece el nombre de China y sus tercermundistas remedios que precisan del sacrificio de toda especie viviente en peligro de extinción.
No olvido uno de los casos que más me han impactado estos últimos años: el de los osos asiáticos encerrados en minúsculas jaulas para extraerles la bilis. Practica en China pero también en Vietnan o Corea. Se les inyecta un catéter hasta la vesícula biliar por el que se le extrae el jugo milagroso para mentes perturbadas. Viven 3 ó 4 años de lenta agonía encerrados de por vida y con problemas hepáticos gravísimos. Los que alguna vez habéis padecido resaca por alcohol, imaginad estar en ese estado de por vida. Los gobiernos centrales de estos países prohiben estas practicas, pero son los gobiernos provinciales altamente corruptos al beneficio económico, los que no acaban con estas granjas de tortura y exterminio de osos.
Aquí os dejo un vídeo, si eres algo aprehensivo mejor no lo veas pues no lo hago por morbo, bastante mala leche me causa, sino que lo hago con ánimos de denunciar la bestial atrocidad.


Los chinos, auténticos depredadores mundiales sin escrúpulos.
Sin embargo, cargaditos de yenes, el capitalismo les rinde pleitesía pues se han convertido es su salvador. El comunismo chino se transforma en el salvador del capitalismo. Curiosa paradoja que cierra el círculo y quizá acabe con el planeta a medio plazo.

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