Urdangarin olvida pero el juez le recuerda
Urdangarin le repite por enésima vez al juez Castro "no lo recuerdo". Es entonces cuando el juez le espeta un "para decir esto es mejor que no hubiera venido a declarar". Hasta 150 cuestiones no ha podido contestar o no ha querido.
A continuación le vuelve a preguntar por otro asunto y el Duque de Palma le contesta " esos temas los llevaba mi socio Diego Torres, yo no sé nada". "Yo conseguía los contactos y montaba las reuniones para exponer los proyectos. Conozco mis aptitudes y de la gestión se encargaba Torres, cuando me decían sí, me desentendía".
Pero veinte horas de interrogatorio dan para mucho, o para poco, según se mire. 500 preguntas formuladas por el juez, sin contar las del fiscal y abogados, son tantas que algunas de ellas han permitido que al menos se aclaren algunos conceptos. Pero el planteamiento de la defensa, ha dicho el juez Castro, ha provocado que el desarrollo de la vista haya sido muy farragoso cifrando el juez en hasta catorce las horas perdidas de la declaración solo en cuestiones de correcciones a lo declarado. Y usted se preguntará que porque tantas correcciones si las declaraciones son grabadas para después con tranquilidad ser transcritas. Pues porque Urdangarin solicitó que su declaración no fuese grabada contraviniendo la norma habitual.
Pero algunas sorpresas ha deparado el juicio. La primera fue ayer cuando los fiscales anticorrupción le sacaron de la chistera un conejo en forma de una nueva empresa radicada en el paraíso fiscal de Belice a través de la cual habría percibido 300 mil euros más. El conejito dejó anonadado al Duque que debió pensar para sus adentros lo torpes que fueron él y su socio para dejar tantos rastros. Y más datos, más documentos. Un reguero que aquí sería farragoso de relatar, os emplazo a los diarios digitales.
Muchos trapos sucios a relucir en un sumario que los fiscales Pedro Horrach y Juan Carrau tienen perfectamente desarrollado, en una trama que podría ser la siguiente: Iñaki pedía utilizando sus influencias notorias, los políticos en su mayoría del PP de Valencia y Baleares concedían, y después el socio Torres se encargaba de sacar el máximo rendimiento.
Urdangarin parece encomendarse al de Arriba ayer en Palma
Urdangarin se entrenó tres días con sus abogados para salir lo más airoso posible, pero las pruebas son tan apabullantes que lo único que ha podido hacer es pasarle el marrón a su socio. Lo que no cuela es que su socio siendo el número 2 sea el único culpable teniendo un número 1 tan ambicioso. Incluso hoy se desvelado un email de 2008 en el que Iñaki reclamaba la parte que le correspondía a su socio en los beneficios de cuatro proyectos, lo que demuestra que siguió vinculado al Instituto Noos después de 2006. Solo un careo entre estos, que de momento el fiscal no ha solicitado, podría poner algo de sentido.
Otro tema es el papel de la Infanta en todo esto, parece que era testimonial a pesar de aparecer en la dirección de empresas imputadas. Sin embargo creo que existen muchas pruebas que deberían obligar a una citación de la Infanta aunque ello significase una novedad en nuestro país. Quizá por ello el Gobierno tiene previsto introducir en breve una reforma legal para que los miembros de la Familia Real sean aforados respondiendo sólo ante el Supremo.
Los parlamentarios también son aforados, pero ¿no somos todos iguales según la sagrada Constitución?, pues parece que no. Lo que tendría que hacer el Gobierno y el Parlamento es retirar de una vez la palabra aforado de nuestro diccionario.
Los manifestantes coreaban ayer en la entrada de los juzgados de Palma consignas como "Iñaki de Urdangarin trabaja en el Burguer King".
Creo que Urdangarin será condenado, las pruebas son en mi opinión claras. Otro tema será ver la cuantía, pero si de mi dependiese, le condenaría a trabajar un mes un burguer sudando la gota gorda con contrato basura y turnos cambiantes. Mejor condena que conocer cómo es la vida de millones de trabajadores honestos con contratos inferiores a los 700 euros daría pa mucha reflexión.
A continuación le vuelve a preguntar por otro asunto y el Duque de Palma le contesta " esos temas los llevaba mi socio Diego Torres, yo no sé nada". "Yo conseguía los contactos y montaba las reuniones para exponer los proyectos. Conozco mis aptitudes y de la gestión se encargaba Torres, cuando me decían sí, me desentendía".
Pero veinte horas de interrogatorio dan para mucho, o para poco, según se mire. 500 preguntas formuladas por el juez, sin contar las del fiscal y abogados, son tantas que algunas de ellas han permitido que al menos se aclaren algunos conceptos. Pero el planteamiento de la defensa, ha dicho el juez Castro, ha provocado que el desarrollo de la vista haya sido muy farragoso cifrando el juez en hasta catorce las horas perdidas de la declaración solo en cuestiones de correcciones a lo declarado. Y usted se preguntará que porque tantas correcciones si las declaraciones son grabadas para después con tranquilidad ser transcritas. Pues porque Urdangarin solicitó que su declaración no fuese grabada contraviniendo la norma habitual.
Pero algunas sorpresas ha deparado el juicio. La primera fue ayer cuando los fiscales anticorrupción le sacaron de la chistera un conejo en forma de una nueva empresa radicada en el paraíso fiscal de Belice a través de la cual habría percibido 300 mil euros más. El conejito dejó anonadado al Duque que debió pensar para sus adentros lo torpes que fueron él y su socio para dejar tantos rastros. Y más datos, más documentos. Un reguero que aquí sería farragoso de relatar, os emplazo a los diarios digitales.
Muchos trapos sucios a relucir en un sumario que los fiscales Pedro Horrach y Juan Carrau tienen perfectamente desarrollado, en una trama que podría ser la siguiente: Iñaki pedía utilizando sus influencias notorias, los políticos en su mayoría del PP de Valencia y Baleares concedían, y después el socio Torres se encargaba de sacar el máximo rendimiento.
Urdangarin se entrenó tres días con sus abogados para salir lo más airoso posible, pero las pruebas son tan apabullantes que lo único que ha podido hacer es pasarle el marrón a su socio. Lo que no cuela es que su socio siendo el número 2 sea el único culpable teniendo un número 1 tan ambicioso. Incluso hoy se desvelado un email de 2008 en el que Iñaki reclamaba la parte que le correspondía a su socio en los beneficios de cuatro proyectos, lo que demuestra que siguió vinculado al Instituto Noos después de 2006. Solo un careo entre estos, que de momento el fiscal no ha solicitado, podría poner algo de sentido.
Otro tema es el papel de la Infanta en todo esto, parece que era testimonial a pesar de aparecer en la dirección de empresas imputadas. Sin embargo creo que existen muchas pruebas que deberían obligar a una citación de la Infanta aunque ello significase una novedad en nuestro país. Quizá por ello el Gobierno tiene previsto introducir en breve una reforma legal para que los miembros de la Familia Real sean aforados respondiendo sólo ante el Supremo.
Los parlamentarios también son aforados, pero ¿no somos todos iguales según la sagrada Constitución?, pues parece que no. Lo que tendría que hacer el Gobierno y el Parlamento es retirar de una vez la palabra aforado de nuestro diccionario.
Los manifestantes coreaban ayer en la entrada de los juzgados de Palma consignas como "Iñaki de Urdangarin trabaja en el Burguer King".
Creo que Urdangarin será condenado, las pruebas son en mi opinión claras. Otro tema será ver la cuantía, pero si de mi dependiese, le condenaría a trabajar un mes un burguer sudando la gota gorda con contrato basura y turnos cambiantes. Mejor condena que conocer cómo es la vida de millones de trabajadores honestos con contratos inferiores a los 700 euros daría pa mucha reflexión.
